Los hijos de Bach estaban obligados a llevar sobre sus hombros la herencia de su padre y de proyectar un nuevo tiempo sonoro. Difícil, siendo Johann Sebastian cima del período anterior. Ahí están Carl Philipp-Emanuel, quien acentuó el régimen de la melodía acompañada armónicamente frente al estilo polifónico de su progenitor y que contribuyó al desarrollo de la forma sonata para piano, y Wilhem Friedemann, que fue cantor en Dresden, compuso obras religiosas y sinfonías para órgano, y murió pobre e ignorado. Con ellos, Johann Christian (1735-1782), el vástago número 18, que estudió con papá y con Carl Philipp, que desarrolló un estilo muy cercano al mundo italiano y que influyó en Mozart, a quien conoció en Inglaterra.
La mayor parte de las piezas religiosas de Johann Christian fueron compuestas en latín y destinadas a la Iglesia Católica Romana, a la que se convirtió en 1757. Sus principales obras son el "Oficio y Misa de Muertos" (1757), "Misa San Juan Nepomuceno" (1758) y "Vísperas de San José" (1760). También existen algunas piezas para voz solista, que aparentemente no fueron escritas para una ocasión específica y para las que cuesta encontrar detalles históricos. Es el caso de "Salve Regina" y "Si nocte tenebrosa", incluidas en este CD, a las que se agrega el dúo "Laudate pueri Dominum", un extracto de las "Vísperas de San José". Todas aquí, en su primera grabación.
"Salve Regina" es una obra de énfasis virtuoso para soprano y orquesta de cuerdas, cuyo inicio, con un largo sobre la palabra Salve es realmente magnífico; "Si nocte tenebrosa" es un motete para tenor y orquesta en homenaje a la Virgen, y "Laudate pueri", un canto de alegría y un exhorto a que los niños alaben al Señor. La belleza de las obras, la precisión del ensamble musical, el sonido de la grabación misma y la calidad vocal y expresiva de Emma Kirkby y Markus Schäfer hacen de este registro una pieza de colección.
Juan Antonio Muñoz H.
