Maquillada de blanco casi como una figura de danza butoh, Lennox se muestra sin artificio aquí para declararse madura. Con la música no hace falta, porque la cantante escocesa viene haciendo pop maduro desde que se emancipó del rock y el tecnopop de Eurythmics. Su estilo ha trascendido porque se debe sobre todo a ese modo de cantar algo melancólico, con serenidad pero también con pasión soul, que vuelve a conjugar en bonitas melodías como "Pavement cracks" y "The hurting time". Hoy, años después de su debut "Diva" (1992), de su álbum de covers "Medusa" (1995) y de los respectivos éxitos "Why" y "No more "I love you's"", el tercer disco de Annie Lennox suena familiar como una conversación reanudada después de una pausa breve. Aunque hayan pasado ocho años.
D. P.