Seal IV
Lo que uno buscaba en los 80 en Lionel Richie, y en los 90 en gente como R. Kelly, se encuentra en Seal y no necesariamente por una similitud de estilo entre estos grandes nombres del soul contemporáneo; estadounidenses ellos, londinense él. Es la misma fuerza en el canto, la misma sutileza de los arreglos eléctricos, la sugerencia esa que hace tan difícil que un buen cantante de soul parezca vulgar, aunque esté cantando versos más encendidos que los de Madonna. El cuarto álbum del cantautor lanzado a la fama con ese estupendo debut que fue Crazy (1991), se focaliza de modo importante en el despliegue vocal de Seal, limitando los arreglos a colchones muy sobrios de bajo y teclados, y dejando la percusión simplificada en uno que otro platillo. Quizás se requiera, por ello, concentrarse con más atención en el sonido para develar las ligeras capas sobre su profundidad. Es un disco que suena de fondo con extrema gentileza, y que sólo se escapa con algo de actitud incisiva en el reggae "When there´s gold" (no le hace nada mal a Seal rapear un rato, a propósito) o en el tema casi dance "Heavenly... (Good feeling)". "My vision" es una canción con gran fuerza, que ilumina la voz de Seal con el aire que a veces pueda dar un tema rock bien construido. El resto fluye con versos románticos interpretados con finura por un cantante que no por nada cita a Marvin Gaye como una de sus principales influencias. Ambos son de esas gargantas benditas que no tienen interés por desplegar nada más que su elegancia.
Marisol García C.
Seal, "Seal IV" (2003, Warner):
1.Get it together, 2.Love's divine, 3.Waiting for you, 4.My vision, 5.Don't make me wait, 6.Let me roll, 7.Touch, 8.Where there's gold, 9.Loneliest star, 10.Heavenly... (Good feeling), 11.Tinsel town, 12.Get it together (reprise), 13.Bonus track: Love's divine (Deepsky club mix).
Producción: Trevor Horn