Piano songs
"What's up, man". "Qué onda, compadre", le dijo Felipe Riveros a Kenny Kirkland la última vez que lo vio, hará cinco años, en un bar de Nueva York. Kirkland, el jazzista que tocó con los hermanos Wynton y Branford Marsalis y ganó fama cuando Sting lo hizo su pianista de cabecera, respondió con la sonrisa que sus amigos conocen. "Not dead yet", dijo. "Todavía no muero".
Respuesta correcta. Los diarios anunciaron que Kenny Kirkland murió meses después: en noviembre de 1998 fue hallado sin vida en su casa en Nueva York tras una sobredosis de drogas. Pero Kirkland vive en los pequeños detalles. En el nuevo disco de Felipe Riveros, por ejemplo. Riveros nació en Chile hace treinta años, vive y toca desde 1995 en Nueva York y acaba de publicar su tercera grabación "Piano songs". Ahí conviven las escuelas de pianistas como Bill Evans, Michel Petrucciani o el propio Kirkland, y en canciones como "A walk in the city" casi se adivina la banda sonora de una caminata neoyorquina. Pero Felipe Riveros además es de acá: otra de sus canciones se llama "Chilean sea bass", y no quiere decir "bajo marino chileno", sino "corvina chilena". Jazz chileno de ultramar.
David Ponce
