La nueva canción chilena
Es más un encuentro que una reunión lo que sostiene la nueva etapa del grupo Electrodomésticos. Porque no son sólo distancia y años lo que separan a
Carrera de éxitos (1987) y
La nueva canción chilena, los dos discos sucesivos de la carrera impredecible desarrollada por una banda que asume el concepto de trabajo dinámico en su sentido más amplio, sin traumas por sus cambios de formación, prolongados silencios, proyectos paralelos o acomodo en el suburbio de los medios.
A los Electrodomésticos modelo 2004 llegan músicos con un desarrollo creativo extenso y poderoso, y sería no sólo injusto sino derechamente absurdo exigirles ceñirse a la escuela de experimentación y mezclas desarrollada por el trío de Carlos Cabezas, Silvio Paredes y Ernesto Medina durante las muy particulares circunstancias del
under-Chile de los años 80. Incluso Cabezas y Paredes –los dos integrantes fundadores que siguen a bordo- han ido ampliando su lenguaje de trabajo a terrenos antes impensados, el primero en la labor de producción, y la composición incidental y solista (es suyo
El resplandor, de 1998); y el segundo principalmente en la música electrónica, como una tercera parte de Los Mismos, uno de los grupos tecno más activos en el país. Los dos músicos que vuelven a Electrodomésticos son los mismos, pero otros; y es su capacidad por dejar en este nuevo álbum las marcas valiosas de sus años y experiencias, lo que obliga a volver a escucharlos limpiamente, sin la cabeza programada en la nostalgia comparativa con que antes hemos enfrentado los discos de reunión de Upa, Los Prisioneros o Fulano.
Junto a ellos, las otras dos partes de Los Mismos, músicos tan dados a las colaboraciones y proyectos como un arqueólogo a los viajes. Gabriel Vigliensoni (alguna vez parte de Lucybell) y Cuti Aste (alguna vez parte de Javiera y Los Imposibles), integrados a un todo donde es difícil distinguir individualidades, más allá de la voz y la lírica de Carlos Cabezas. El sonido es una masa ruidosa y eléctrica de música bien dirigida, ajustada intencionalmente a la forma de la canción rock, dentro de la cual la mezcla de teclados electrónicos y cuerdas eléctricas da para mucho más que una ambientación tensa y oscura. Electrodomésticos aquí se permite domar y dejar comiendo de su mano sea cual sea la fuerza expresiva que los ocupe, venga desde la inquietud religiosa (“Hey, dad!”), un inesperado y pegajoso bolero (“Has sabido sufrir”) o el torcido romanticismo de canciones como “En tu mirar” y “Amor del cielo”. Ya sabíamos que Carlos Cabezas se enamora, el problema es que a veces da miedo, como cuando canta: “
Amor del cielo, ven a sufrir conmigo así”. Sea o no a costa de su paz mental, esa dualidad es uno de sus mayores atractivos como letrista.
Es la mezcla de afecto y amenaza la que domina los versos del álbum, compuestos mucho más en segunda que en primera persona, y con una segura cumbre en “Maldita”, una canción que ya se había incluido en la banda sonora de
El chacotero sentimental (al igual que “Un pez”) y que Electrodomésticos ha vuelto a grabar, alargándola y precisando esa desoladora atmósfera que la sostiene. Es una canción hermosísima, digna de los siete minutos que dura, con una letra que, desde una lectura muy lateral, recuerda el tono de “Ojalá” de Silvio Rodríguez: el saludo a una mujer a la que se ama y a la que se le teme, que uno quiere ver a la vez en la gloria y en el lodo. Las incursiones del teclado cooperan con un clima de crescendo que marca muchas de estas canciones, y que puede ser una lección del más reciente David Bowie, cuyos últimos discos coinciden en el tejido de texturas poderosas que, sin embargo, no se contentan con ser pura fuerza. Está en Electrodomésticos la intención de los artistas maduros porque su urgencia se calme no en la medida, sino en la dirección bien definida de sus recursos.
La nueva canción chilena parece un título menos ambicioso cuando se comprende que indica un lugar adelante, y no arriba, de lo que se hace hoy en Chile.
Marisol García C.
Electrodomésticos, “La nueva canción chilena” (2004, La Oreja)
1.En tu mirar, 2.Amor del cielo, 3.Hey, dad!, 4.La fortuna, 5.Has sabido sufrir, 6.Al final de cuentas, 7.Un pez, 8.Sólo una vez, 9.Maldita, 10.Un bello atardecer.
Duración: 48:17
Integrantes : Carlos Cabezas (voz y guitarra), Silvio Paredes (bajo y stick), Cuti Aste (teclados), Gabriel Vigliensoni (teclados), Edita Rojas (batería). |
