Room service
¿Por qué Bryan Adams sigue grabando discos?
Un misterio a la altura de los resultados Bush/Kerry, piensa uno. Van ya unos siete álbumes desde su cumbre, hace ¡veinte! años (con
Reckless), y el canadiense parece creer que el mundo necesita aún más de su conservadora lectura de lo que él llama rock, y que nunca ha sido otra cosa que baladas vestidas de cierta discreta electricidad, unidas a la disposición
peterpanesca de quien alguna vez tituló un disco
18 hasta que muera (aunque hoy está a punto de cumplir 45).
Se imagina uno que Adams sigue teniendo una audiencia fiel que justifica el esfuerzo. A ellos, entonces, este disco debiese dejarlos satisfechos. Están todas las marcas más predecibles de parte del canadiense: estribillos que se repitan varias veces,
crescendos discretos y cortes abruptos, solos de guitarra porque sí; hartos "baby", "let´s go" y "forever". A favor de Occidente completo, el disco ha optado por un cariz más rockero, y es poco probable que de aquí salgan esas pesadillas azucaradas tipo "Have you ever loved a woman" o "(Everything I do) I do it for you". "Flying" y "Why do you have to be so hard to love" cumplen el cometido, pero son la excepción. Bryan Adams prefiere, por ahora, cantarle al amor con el pie sobre el amplificador.
Marisol García C.
Bryan Adams, "Room service" (2004, Polydor/Universal)
1.East side story, 2.This side of paradise, 3.Not Romeo, not Juliet, 4.Flying, 5.She's a little too good for me, 6.Open road, 7.Room service, 8.I was only dreamin', 9.Right back where I started from, 10.Nowhere fast, 11.Why do you have to be so hard to love?, 12.Blessing in disguise.
Duración: 36:55
Producción: Bryan Adams. |
