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Qué disco sorprendente es éste, cuya condición independiente no hace más que potenciar el impacto en el auditor primerizo. Piensa uno que el nivel del primer tema ("Gente desconocida") es una inspiración excepcional, hasta que deja avanzar los otros once y concluir que el excepcional aquí es Quinteros completo: su voz, su poética, su ingenio, su fuerza. En momentos tan planos para las producciones chilenas —en los que un disco "destacable" es aquél que es capaz de una simple buena factura—, el santiaguino entrega un trabajo donde lo técnico se da por contado, y actúa como lo que debe ser: una mera plataforma sobre la cual levantar las construcciones sólidas e imaginativas de un cantautor atrevido en casi todos los planos creativos (estructura, melodía, arreglos), y que, pese a ese filo, ha logrado estructurar un álbum cálido y hermoso.
Algún comunicado oficial explica que Quinteros viene de la tradición de Dylan, pero es evidente que una larga lista de cantautores ha dejado una marca sobre su concepción del pop; sobre todo los argentinos (García, Spinetta, Melero) y cualquiera que ha combinado guitarra y teclados antes que él. La lealtad de Quinteros hacia la estructura de canción, no quita que dentro de ella no alterne ideas; combinando timbres, juegos vocales y atmósferas. Junto a esa diversidad, el disco mantiene una actitud coherente, que puede definirse a grandes rasgos por las bondades de un minimalismo que sabe aprovecharse del
crescendo cuando así se hace necesario, y de una fuerza que no siempre está dada por lo eléctrico (aunque así sea en la estupenda y muy rockera "La marca oficial"). Quizás la fuerza de Quinteros esté, finalmente, en su talento, capaz de destacarlo no sólo como compositor y arreglador, sino que en el cuidado puesto en letras que alternan el diagnóstico social ("Inundándonos"), el humor negro ("Fumadores") o la delicadeza emocional que lo lleva a declararle a una chica "
Y es que tú haces el dolor / tan hermoso, nena", en "Tu show". Quinteros logra lo impensado, y es obligar a remitirse a categorías tan obsoletas en el actual panorama musical chileno como "talento", "fuerza" e "ideas", con todo lo maravilloso o deprimente que eso pueda ser. No hay razón para dejar pasar este disco. Ni siquiera el gusto enraizado por el pop radial. Gustavo Cerati mataría por un caudal de ideas tan frescas como las que contiene
1A.
Marisol García C.
Leo Quinteros, "1A" (2004, Cápsula)
1.Gente desconocida, 2.Tu show, 3.Inundándonos, 4.Tráfico, 5.Fumadores, 6.Nadie lo sabe bien, 7.Pies en la Tierra, 8.Carmen, 9.No soy yo, 10.La marca oficial, 11.En vez de nadar, beber, 12.Querer ser feliz.
Duración: 43:34
Leo Quinteros: Música y letra de todos los temas. Voz, guitarra, bajo, teclado y samplers.
Músicos invitados: Alejandro Gómez (guitarra eléctrica) y Cristián Sotomayor (batería y programaciones).
Producción: Cristián Sotomayor y Leo Quinteros. |
