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Ingrid Bergman, a 25 años de la muerte de la actriz inocente y sensual

Deslumbró a toda una generación con sus papeles en "Casablanca" y "La luz que agoniza", e incluso terminó trabajando para otro de los suecos más importantes en la historia del cine: Ingmar Bergman.

29 de Agosto de 2007 | 13:11 | DPA
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La mirada de Ingrid Bergman enamoró a toda una generación alrededor del mundo.

El Mercurio
ESTOCOLMO.- "¿Por qué eres tan aburrido al escribir, Ingmar?", bromeaba la mundialmente famosa Ingrid Bergman con su famoso compatriota y tocayo en 1978, sobre el guión de "Sonata de otoño" ("Höstsonaten", 1978).

Poco antes del 25° aniversario de la muerte de la actriz este 29 de agosto, murió el 30 de julio el cineasta Ingmar Bergman, que escribió sobre esta singular colaboración: "Dijo que la historia era bastante triste y que le vendrían bien algunos chistes". En ese momento, Ingrid Bergman ya sabía que su cáncer no tenía cura.

Cuatro años después murió en su 67 cumpleaños en Londres, como consecuencia de un cáncer de mama. Para el mundo del cine, sin embargo, la escandinava siempre será inmortal en la piel de Ilsa Lund junto a Humphrey Bogart en "Casablanca" (1942).

Su "Play it again, Sam", dirigido al pianista del Rick's Bar, quedó tan guardado en la memoria cinematográfica colectiva, en opinión de los críticos, porque el rostro de Bergman irradiaba una "mezcla única de inocencia y sensualidad". En 30 años, Hollywood le entregó tres Oscar.

Ingrid Bergman nació en 1915 en Estocolmo como hija de padre sueco y madre alemana, que falleció tres años después. Tras estudiar interpretación y tras sus primeros éxitos cinematográficos en su patria, en 1939 se atrevió a cruzar el Atlántico.

En Hollywood, no todos reconocieron el atractivo de la sueca. David Selznick, productor de "Lo que el viento se llevó", comentó: "Tiena una nariz demasiado grande, dientes torcidos y unas cejas imposibles".

Pero entonces llegó "Casablanca" y, con esa película, la fama mundial. Bergman podía elegir los papeles que quería. En 1945, recibió el primer Oscar por el thriller "La luz que agoniza" ("Gaslight", 1944) y se convirtió en la actriz mejor pagada. El mundo del espectáculo, los medios y los fans reaccionaron con hostilidad cuando Bergman abandonó en 1949 a su marido sueco para vivir en Italia con el director Roberto Rossellini.

Tras separarse de Rossellini siete años después, regresó a Hollywood. Por "Anastasia" (1956) recibió su segundo Oscar. El tercero lo obtuvo en 1975 por un papel secundario en "Crimen en el Expreso de Oriente" ("Murder on the Orient Express", 1974).

Tras su muerte, parte de sus cenizas fueron esparcidas en la costa sueca sobre el Mar Báltico. El resto fue sepultado en el cementerio Norra de Estocolmo.
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