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Javier Marías lanza su nuevo libro y muestra su desencanto con Rodríguez Zapatero

El escritor español presentó la novela "Veneno y sombra y adiós", tercer tomo de su trilogía "Tu rostro mañana".

26 de Septiembre de 2007 | 09:11 | DPA

MADRID.- La define como su novela "más ambiciosa literariamente" y en ella hay un afán por abarcarlo todo, aunque ese todo sea "entre comillas".


El español Javier Marías presenta en estos días el tercer tomo de su trilogía "Tu rostro mañana", en la que los personajes viven, hablan y reflexionan sin descanso, tal como le gusta hacer a este autor.


Nunca es posible alcanzar la totalidad, pero las 700 páginas de "Veneno y sombra y adiós" lo intentan, dialogando con el lector "del tiempo de guerra, de paz, del miedo, de la violencia, del amor, de la memoria y del olvido, de la conveniencia de contar y de callar, de la disyuntiva entre hacer una cosa y otra, de la traición, de la confianza...", de cuestiones universales porque conciernen a todo el mundo, afirma.


El libro, que por el momento lo ha dejado agotado de novelas como tras "un festín pantagruélico", está dedicado a dos personajes reales: Su padre, el filósofo Julián Marías, y Sir Peter Russel, quien fuera su amigo y a los que pidió permiso antes de morir para que le prestaran parte de sus vidas, con el fin de dar forma a dos personajes del relato.


Ambos vieron los dos primeros volúmenes, pero fallecieron antes de que se editara el tercero. "Al terminarlo, otra de las razones de la pena fue que pensé: 'Ahora sí se han muerto del todo'".


La novela, en la que el protagonista es un español que trabaja para el MI6 (el servicio de inteligencia británico), habla también de la patria, un concepto difícil en España, una sociedad que "no le gusta mucho como está" a Javier Marías (Madrid, 1951).


"Ayer mismo en la prensa leí que un porcentaje elevadísimo, el cincuenta y tantos por ciento, de los ayuntamientos en la provincia de Málaga y en Cádiz, tenían denuncias por corrupción o por recalificaciones de terrenos para construir (...) Me horroriza que exista un porcentaje tan alto y que la sociedad no parezca escandalizarse", asegura.


En su opinión, "hay personas que a título personal son valiosísimas", pero también "una gran proporción de la población que se corresponde con una tontuna generalizada, con una frivolidad exagerada".


Con respecto a los políticos, cree que muchos apelan al origen democrático de su poder como si eso fuera una garantía para hacer cualquier cosa. "Para ser un verdadero gobernante demócrata no basta con haber sido elegido, eso es lo mínimo. Lo que la mayoría piensa hay que respetarlo porque eso es la democracia, pero no hay que pensar que la mayoría siempre acierta. De hecho, yo pienso que acierta pocas veces. Hay muchos ejemplos, como Irán, Estados Unidos, Venezuela, desde mi punto de vista, Italia con (Silvio) Berlusconi".


"Ahora se habla cada vez más de la película más vista, el libro más vendido, y empieza cada vez a asociarse con lo mejor, eso es disparatado", añade el autor de "Mañana en la batalla piensa en mí" y "Corazón tan blanco".


Marías agrega que del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se siente "un poco decepcionado", aunque lo considera "un hombre civilizado, sin malas pulgas, lo cual ya en España es mucho".


Uno de los errores que, a su juicio, ha cometido en sus más de tres años de gobierno fue la forma de llevar adelante la negociación con el grupo armado vasco ETA. "El 'alto al fuego permanente' —que declaró la organización en marzo de 2006 y rompió con un atentado a fines de ese año—, era ya una contradicción en sus términos, que ya decía mucho a cualquier persona con dos dedos de frente", afirma.


Y aunque no lo culpa por haber intentado negociar, sí de haber estado "pendiente de lo que añadiera o dejara de añadir ETA, cuando debería haber estado más a lo suyo. Parecían demasiado en vilo, demasiado dependientes de lo que ETA dijera a continuación". Ello, aunque rechaza la idea de las "dos Españas", que en su opinión está resurgiendo artificialmente de la mano de políticos y medios de comunicación.