El director nacional Luis R. Vera se encuentra en el Festival de Cine de San Sebastián.
El Mercurio
SAN SEBASTIÁN.- Para el director chileno Luis R. Vera, que presenta "Fiestapatria" en el Festival de San Sebastián, el cine nacional sólo busca conseguir una rentabilidad económica inmediata. "El cine chileno se mueve por dar un golpe de taquilla", lamentó el realizador en conversación con la agencia dpa.
Para el realizador nacido en Valparaíso los cineastas del país están demasiado pendientes de que sus películas se acomoden al gusto del público y, a fin de conseguirlo, autocensuran las temáticas. "Además, -señaló-, la televisión tampoco ayuda, pues los elementos de juicio, los referentes de gusto que entrega condenan al fracaso cualquier cine con pretensiones o que revise la realidad".
"El cine es mucho más que entretención, es un importante elemento de cultura, pero también un importante testimonio de la historia. El cine chileno no tiene identidad propia, la estamos buscando", aseguró Vera, que reclama "un movimiento de cineastas jóvenes, audaces e inconformistas con el poder".
En su opinión Chile es un país rico en constrastes y eso da para moverse en un rango de situaciones de ironía o farsa que se verían muy bien fuera. "Chile es un país esquizofrénico que vive con toda clase de tratados de libre comercio, lo que nos da ventaja desde el punto de vista marterial, pero acá se sigue viviendo con niveles de pobreza que son abrumadores y eso es un territorio fértil para la comedia", añadió.
A él le gustaría tener la capacidad para convertir el absurdo en el realismo mágico, pero su cine es más pegado a la realidad y está estrechamente ligado a la situación del país.
Vera comentó que se pueden contar con los dedos de la mano, incluyendo "Fiestapatria", las películas que hayan hecho frente de manera seria y profunda a qué ha ocurrido en Chile durante el periodo de Augusto Pinochet (1973-1990) y en el proceso posterior."Esa es una de las grandes quejas u observaciones a mi propio cine y a mis colegas: el cine chileno ha evadido asumir las grandes preguntas que aún siguen latentes en la sociedad", apuntó.
En su opinión se debe principalmente a que el éxito económico de la película es incierto. "Al contrario, es un riesgo muy grande, salvo algunas excepciones como el caso de 'Machuca', que además habla del Chile de antes del '73 ".
"El cine chileno no ha tenido una actitud, una vocación de revisar su historia reciente ni tampoco su situación actual desde el punto de vista de las relaciones sociales y de las secuelas psicológicas de la dictadura, el proceso más traumático que ha vivido el país en sus doscientos años de historia republicana", explicó el cineasta de 52 años.
Vera considera que el modelo económico del país conlleva una propuesta moral que a su juicio resulta peligrosa, pues "esconde la basura debajo de la alfombra". "Hay asuntos pendientes que son muy graves. No sólo hay miles de víctimas, sino que además fueron miles los que cometieron delitos. En la cotidianidad el chileno está conviviendo con muchos de sus victimarios", afirmó.
Es por ello que rodó "Fiestapatria", una metáfora de la sociedad chilena actual a través de la historia de dos familias que se reúnen para celebrar las fiestas patrias y el compomiso de boda de sus hijos.
Vera dejó transcurrir más de diez años tras el retorno de la democracia para regresar a Chile (en 2001), porque no creía que realmente se diese la reapertura de un sistema democrático. "No fue sino una especie de gran acuerdo nacional para que el país tuviese alguna transición democrática, pero que se mostrara exitoso desde muchos puntos de vista, principalmente el económico", señaló.
"Al poder -continuó- no le conviene que tú hagas una revisión profunda de lo que ocurrió para restablecer un estatuto moral que permita construir un futuro sobre bases morales sólidas. Lo que le importa al poder es continuar con la fragmentación que signifique mantener el mismo statu quo que había antes de los grandes conflictos", manifestó.
Aunque "Fiestapatria" no funcionó en taquilla como esperaba, el director espera concretar en San Sebastián nuevos estrenos en el extranjero, según comentó. La cinta compite junto otra produccion chilena "Las niñas", de Rodrigo Marín, así como otros 16 títulos, por el premio de la Sección Horizontes Latinos dotado con 35.000 euros (49.500 dólares).
