CIUDAD DE PANAMÁ.- El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra, es el precursor de las telenovelas en las que sobresalen personajes que aman y luchan, y son capaces de vencer las adversidades cotidianas.
Así lo afirmó hoy la investigadora y escritora Irina Ardila, coordinadora del IV Festival Cervantino, organizado por el Departamento de Español de la Facultad de Humanidades, de la Universidad de Panamá, para rendir tributo a la magna obra de la literatura española.
Ardila, oriunda de Rusia y radicada en Panamá, dijo que con la aparición de la primera edición del libro de Cervantes, en 1605, se abrió un período de reflexión sobre la naturaleza humana, aunque no siempre el profundo mensaje filosófico impreso pudo ser comprendido por los lectores en diferentes latitudes.
La investigadora destacó que fueron los pajes, integrantes de la servidumbre, quienes más leyeron y memorizaron al Quijote y sus interesantes relatos, algo similiar a lo que ocurre en la actualidad con las empleadas domésticas, fieles seguidoras de las telenovelas colombianas, venezolanas, mexicanas, agentinas y brasileñas.
Subrayó que el valeroso y sentimental caballero de la triste figura, que cabalgaba sobre un rocín, deshaciendo entuertos, permite hacer un paralelismo con los héroes y villanos en los dramas de la TV, convertidos en espectáculos visuales de interés público, como sucede con los ídolos de un "hit parade".
Ardila recordó que cuando el Quijote cruzó las fronteras de España y llegó a Rusia, 100 años después de haber sido editado, los mujics (campesinos rusos) veían en el desgarbado personaje a una epecie de máscara humana que hacía reír a la población, debido a sus peripecias, ocurrencias y extraños desafíos.
Sin embargo, aclaró que los intelectuales y personas con mayor grado de educación percibieron un extraordinario mensaje en la obra, lo que se refleja en los posteriores trabajos de Fiódor Mijáilovich Dostoievski, o del poeta y prosista Alexandr Serguéievich Pushkin, inspirado en conceptos como el amor, la naturaleza, el bien y el mal, el tiempo, el destino y la muerte.
Ardila predijo que el libro de Cervantes siguirá por muchos años a nuevas generaciones, y será el referente cultural para todos los hispanoablantes alrededor del mundo, incluso para quienes no dominan el idioma, porque de manera magistral dignifica y da libertad al hombre, e induce a la imaginación y a la perseverancia.
Recordó que el ingenioso hidalgo ha sido inmortalizado por creadores de obras sinfónicas, zarzuelas, coreografías, danzas de ballet y coros polifónicos, lo que demuestra que no es un simple personaje, sino un adalid de muchos siglos.