Marta Etura y Carolina Varleta, protagonistas de la película que también estará en el Festival de Viña del Mar.
El Mercurio
MANNHEIM.- La película chilena "Desierto sur", dirigida por Shawn Garry, se ha transformado en una de las cintas que ha tenido mejor acogida del público en el 56° Festival de Mannheim, donde es uno de los cuatro largometrajes latinoamericanos que están en competencia.
Según afirmó el director del festival Michael Kötz, el buen recibimiento que ha tenido la película demuestra el "propicio momento" que atraviesa el cine latino, debido a nuevas leyes de incentivos fiscales, aunque subraya que aún sufre de problemas de distribución.
Aparte de la road-movie que protagonizan Marta Etura y Carolina Varleta, compiten por el gran premio de Mannheim-Heidelberg (las dos sedes del festival) el documental brasileño "Descaminhos", que anoche contó con una calurosa acogida en su primera proyección, y "Por sus propios ojos", de la argentina Liliana Paolinelli.
"Nuestro sello es la calidad de las películas", agregó el máximo responsable desde hace quince años de este certamen, en el que Rainer Werner Fassbinder presentó su primera y última película, y por el que han pasado grandes nombres como Wim Wenders o Zhang Yimou, pero en el que "hacemos mucho por el cine latinoamericano".
Para Gudula Meinzolt, responsable de los "Mannheim meetings", los encuentros entre directores y productores que se celebran desde hace once años con gran éxito en Mannheim, "el cine latinoamericano se encuentra en un momento muy propicio", gracias a los últimos cambios legislativos en países como México o Colombia, que promocionan la inversión de capital privado en cine con incentivos fiscales.
A eso se añade que Latinoamérica es una de las regiones más ricas en culturas cinematográficas y más ganas tiene de hacer cine. Eso explicaría que de los 52 proyectos seleccionados este año para los "meetings", encuentros entre productores y directores este año, casi un 20 por ciento (nueve en total), sean proyectos cinematográficos de Latinoamérica.
Todo pasa pues por los fondos públicos. "Países como Chile o Argentina apoyan mucho el cine nacional", de acuerdo a Meinzolt, que destaca el triple factor que explica el éxito del cine argentino: escuelas públicas, tradición cinematográfica y mercado propio.
No obstante, prosigue la directora del mercado, "uno de los grandes dilemas del cine latinoamericano sigue siendo la distribución". "Hace falta el respaldo de las subvenciones para que las películas viajen, y sean vistas, incluso dentro del mismo país", destaca esta experta que critica duramente la hegemonía de las distribuidoras norteamericanas, que controlan las taquillas.
