Del bochorno al entusiasmo

Nada de fácil resultó la gira a Chile del coro francés “Concerts en Vienne”, cuya meta final era la presentación en Chile del “Canto General”, obra del compositor griego Mikis Theodorakis inspirada en fragmentos de la monumental creación de Pablo Neruda.

El proyecto incluía la participación del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, que dirige Hugo Villarroel, conjunto que viajó a Francia a fines de septiembre para realizar presentaciones conjuntas con el coro galo. Las dos presentaciones en Arena Santiago y en la Quinta Vergara se cancelaron por problemas con la producción. Incluso el coro visitante llegó a ser desalojado del hotel donde se alojaba debido a que la producción no pagó el importe del hopedaje.

Ante tamaños contratiempos el Coro Sinfónico y el Centro de Extensión de la Universidad de Chile se movilizaron y consiguieron que por fin pudieran presentarse en el Teatro Baquedano y en la Universidad Federico Santa María de Valparaíso, aunque sólo acompañados por un conjunto instrumental propio, y sin Los Jaivas, banda de rock folclórico que había sido anunciada como parte del megaevento.

El show debe continuar

Por eso el 1 de noviembre se presentó una enorme masa coral de más de trescientas voces en el escenario del Baquedano. El coro “Concerts en Vienne” cuenta con más de 200 integrantes y está dirigido por Dorotée Schmidt y Agustín Maillard. El grupo tiene una vasta actividad en la región de Vienne, reuniendo a integrantes de varios conjuntos de esa localidad.

Se trata de un conjunto amateur, sin mayor entrenamiento vocal, el que suple con gran entusiasmo. No obstante esta característica les desfavorece, por ejemplo, en su afinación.

La obra de Theodorakis es bastante ecléctica. Intenta plasmar su visión de la obra nerudiana. Por ello su lenguaje trata de sonar latinoamericano, con resultados más bien forzados. Pero en aquellos fragmentos donde el compositor da rienda suelta a su creatividad con un lenguaje más universal, ésta adquiere fuerza. Aun así no logra evitar que suene muy pareja, con recursos reiterativos, tales como unísonos y coros homófonos, junto a secciones de carácter rítmico de eficacia variable.

Voces insuficientes

Este “Canto General” requiere de tres solistas. Un recitante, cuyo nombre desconocemos, una contralto, Dominique Lusinchi y un barítono, Hugues Hugot. La dirección de la obra estuvo a cargo de los tres directores, Dorothée Schmidt, Agustín Maillard y Hugo Villarroel, en un gesto más ecuménico que musical, ya que cada director impuso su visión personal de la obra.

En cuanto a resultados diremos que el recitante hizo buenos esfuerzos con los versos de Neruda a través de una fonética no siempre acertada. Algo peor ocurrió con el barítono, a quien fue imposible entender, a pesar de la pasión que puso en su intervención. La contralto, en cambio, obtuvo mejores logros. En lo vocal ambos son discretos.

Ya mencionamos las deficiencias técnicas del coro. Las voces del Sinfónico no fueron capaces de revertir las desafinaciones, no obstante los aciertos los encontramos en el coro inicial “Algunas bestias”, de gran fuerza y expresividad, y en “Vegetaciones”, por su musicalidad y el gran entusiasmo puesto en cada una de las partes.

El coro final, “América insurrecta”, es ampliamente superado por la cantata del mismo nombre del compositor chileno Fernando García, quien captó la esencia dramática en una obra directa y eficaz.

Las objeciones señaladas no le restan mérito a la presentación, que entusiasmó mucho al público que repletaba el teatro, mostrando que es posible realizar empresas musicales que involucren a conjuntos chilenos y extranjeros. Y por último quedó demostrado que ante las dificultades, los coros, son capaces de salir adelante. En este caso, y sin duda, “la música triunfó sobre la adversidad”.