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Lleve funk, bossa nova y soul

Esos y otros ingredientes conjuga este grupo chileno, que tras siete años de carrera tiene un flamante tercer disco y lo presenta este mes en Santiago y Valparaíso. Las piezas claves: una cantante, un baterista y una feria de músicos de ayer y de hoy. "El punto es saber durar", dicen.

05 de Noviembre de 2007 | 21:31 |

El dado marca el número tres sobre el tablero de algún juego de azar en la tapa del nuevo CD de Feria, y todo cuadra: es el tercer disco de una historia azarosa. Después de siete años de carrera, con Dime qué hacer! este sexteto pop chileno ha sido uno de los nombres más activos del circuito santiaguino en las últimas semanas, con una serie de presentaciones de su flamante álbum que continúa este mes en Santiago y Valparaíso.

Si en esa historia ha habido una feria de ingredientes musicales, también es una feria de integrantes la que ha pasado por sus filas. Pero dos personas se han encargado de arrastrar y empujar a tiempo completo a Feria. Casi literal: la que arrastra desde el frente es la cantante Cristina Araya, el que empuja desde el fondo es el baterista Diego Jimeno, y ambos son los fundadores que permanecen desde el inicio del grupo en 2000.

Hoy Feria está formado por Cristina Araya (voz), Jocelyn Jopo Stephens (coros), Guillermo Jiménez (guitarra), José Miguel Rosas (teclados), José Antonio Ortega (bajo) y Diego Jimeno (batería). Y músicos previos han sido el bajista fundador Rodrigo Gato Arrieta, el pianista Américo Olivari, una serie de vientos invitados y toda la línea de guitarristas que va desde Guillermo Jiménez a Daniel Soto, Álvaro Pastel Asela, Gonzalo Arias y Camila Meza.

-¿Ha sido un aporte tanto cambio de integrantes?
Jimeno: Es favorable porque llegan sonidos, ideas, formas de tocar nuevas. Pero el trabajo se vuelve un poco lento. En ese sentido es estar siempre partiendo, empezando de nuevo de cero.
Cristina: Pero hemos intentado seguir arriando el muerto. Ha sido casi una necesidad sacar un disco cada dos años.

Esa ha sido la frecuencia. Con los discos Feria (2003), Ves (2005) y Dime qué hacer! (2007), Feria se ha hecho parte de una escena de grupos ya desaparecidos como La Monart, vigentes como Matahari o recientes como Alüzinati, y ahora conjuga con mayor madurez esa fusión entre funk, soul, bossa nova o rock. Cristina Araya canta además hoy con una corista, un aporte que inició la guitarrista Camila Meza en el grupo. "Ella empezó a meter cuchara, jugábamos en el escenario y quedó", recuerda la cantante.

-¿Se nota una diferencia en grabar un tercer disco?
Jimeno
: Es un poco más trabajado en el sonido, no es tan crudo como los otros. En ellos se buscaba una sonoridad un poco más funky y es así: la batería, el bajo y la guitarra suenan como batería, bajo y guitarra. En cambio ahora experimentamos un poco más. Sobre todo en comparación con el anterior éste es más heterogéneo.

-¿En la voz también ha habido un cambio?
Cristina: Es que estoy más grande en realidad. Fue difícil este disco porque estos temas son complejos de cantar. Los intervalos, la rítmica de las letras, la armonía, no son fáciles. Para mí fue un desafío mucho mayor. En el disco anterior yo tenía que ir con ánimo al estudio. Ahora, al contrario, tenía que ir más concentrada.


El teléfono, la carta y otros medios

Decantada de la conjunción de tres grupos previos (Karmaos, Los Kabros Kool y Branco), Feria debutó como tal en octubre de 2000, en un concierto sobre el cual hay una sola discrepancia entre Cristina y Jimeno: el nombre del grupo que tocó de fondo ese día, liderado por el músico Mito Sanhueza. Para ella es Los Niños. Para él son los propios Kabros Kool. Y ambos están muy seguros.


En lo que no hay dudas es en cuál fue el repertorio de esa primera vez: cinco canciones, entre ellas "Crédito", "El día se va" y sendas versiones de "Telefone", original del músico brasileño Roberto Menescal, y "La carta", de Violeta Parra. Siete años después, en Dime qué hacer! el grupo grabó por primera vez sólo canciones propias, tal como oye en su sitio en Internet, donde hay muestras de toda su discografía. Con aportes del Fondart para la grabación del primer y el tercer álbum, Feria es por lo demás un grupo autogestionado.

-¿Al final es una buena o una mala señal postular al Fondart para hacer un tercer disco?
Jimeno: Lo ideal sería que hubiera mercado y que el público pudiera sustentar a las bandas.
Cristina: Con el Fondart te alegras mucho porque no cualquiera te pasa cinco millones y medio de pesos para hacer un proyecto, pero no pasa nada después de eso.
Jimeno: O sea, permite que haya producción artística, pero mucha de esa producción queda guardada en los closets. Hemos trabajado un montón y de hecho hemos generado un público, pero no tenemos acceso a los medios más masivos, y eso tiene que ver con los medios de comunicación que no pescan, más que con nosotros. No existe un criterio generalizado de estar abiertos a recibir cosas y a ponerlas si son buenas.

-¿A estas alturas ya hay comunidades de músicos que funcionan solas?
Cristina
: Internet ha ayudado mucho en eso, ha hecho posible conocer a muchos músicos.
Jimeno: Es lo más democrático. Todo el mundo tiene acceso. Claro, hay grupos que se mantienen al margen, pero ¿cuántos de esos se pueden financiar para hacer discos, funcionar? Yo lo veo muy dudoso. No creo que haya una movida independiente en realidad.

-¿Para ustedes cómo ha sido el público en estos años?
Jimeno: Nunca se mantiene estático, siempre va creciendo muy de a poco, y el punto es saber durar. Tener la constancia suficiente.

-¿Hay una escena de grupos afines a Feria, gupos como Alüzinati, Matahari, Da Jungla? ¿Se sienten parte de eso o algo en común?
Jimeno
: No es tan colectiva en el sentido de que no tenemos tanto contacto con ellos, no nos estamos juntando a escuchar música juntos y tampoco es tanta la influencia. A mí me gustan harto ellos, pero no es una movida común. Yo me siento cercano en el sentido de que también están abriendo una posibilidad para que el público escuche esta música.
Cristina: Lo que hay, a pesar de que son un poco más jóvenes, creo, es ser parte de una misma generación, de haber escuchado y vivido un poco las mismas cosas, parte del escenario que tú dices. Alüzinati han estado hace mucho rato y tenían guardado su disco, por ejemplo. Se trata de mantenerse. Ésa es una similitud.

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