Las baladas de amor están subvaloradas después de todo. La acción de amar está escrita en cuatro de los diez títulos del nuevo disco de Myriam Hernández y en todas las letras de sus canciones, pero hay un trabajo extra, además de cantar, en hacer algo parecido a actuar esas historias. Myriam Hernández tiene que cantar aquí sobre cosas tan opuestas como añoranza, ilusión, ruptura, decepción, rutina y enamoramiento, y después de dieciocho años grabando discos ya sabe convencer con sello propio en cada una de esas pasiones.
Está clara la opción de la cantante en Enamorándome, su séptimo disco de canciones inéditas. No grababa uno desde + y más… (2000), donde por primera vez se rebeló contra su destino de baladista y apostó a un pop más en boga con un borde hasta bailable, cambios que la acercaron más a una Jennifer Lopez en un saludable efecto reforzado luego por su colaboración con Los Tetas en el disco Huellas (2004). Pero ahora Myriam Hernández vuelve a las baladas, varias de ellas con guitarras "españolas" o con aires "latinos", y en una ("Huellas") se reconoce el sello de la cantante colombiana Soraya, bien hermanada aquí con la cantante chilena.
Algo nuevo es que cuatro de estas canciones ya han sido difundidas por cantantes como Cristian Castro ("Volver a amar"), Ricardo Montaner ("Bésame"), Marco Antonio Solís ("Dónde está la primavera") y el mismísimo Raphael ("Amor mío"). Si por una parte es bueno escuchar una canción de la eminencia española que es el compositor Manuel Alejandro en la voz de Myriam Hernández, es un negocio riesgoso competir con interpretaciones ya famosas. La cantante chilena lo resuelve bien con su mejor especialidad internacional: no tendrá la vehemencia de Raphael, pero tiene la dulzura de Myriam Hernández. Escucharla en el coro de "Dónde está la primavera" es reparador después de tanta sobredosis de M. A. Solís, y las canciones están por lo demás bien elegidas. De todos modos es distinto cuando ella estrena versos, como los de "No pensé enamorarme otra vez", a dúo con el cantante salsero puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, o como los de "Donde hubo amor", donde la misma cantante que dio forma a "El hombre que yo amo" en 1989 y que advirtió "Huele a peligro" en 1998 ahora dice "Donde hubo amor, amor quedó". Verdades que todos pueden cantar.
