SANTIAGO.- “Fairy Oak” es de esa clase de historias destinadas a convertirse en un clásico instantáneo. Así lo demostró el año pasado “Fairy Oak. El Secreto de las Gemelas” y todo indica que el segundo título de esta trilogía, “Fairy Oak. El Encanto de la Oscuridad” (Marenostrum 2007), repetirá en Chile su éxito internacional.
Dentro del género de la literatura fantástica y juvenil, la historia creada por la escritora italiana Elisabetta Gnone —autora también de la serie “W.I.T.C.H.”, que saltó exitosamente de las historietas a la televisión— ha calado hondo en los lectores. Prueba de ello es que en España la primera entrega vendió nada menos que 87 mil ejemplares. Y en Sudamérica 20 mil, de los cuales sólo Chile aportó 4 mil.
Fairy Oak es un pueblo mágico enclavado en el antiguo Valle de Verdellano. Y que en cierta forma es una síntesis de muchos paisajes rurales de Francia, Italia y Gran Bretaña.
Sus habitantes son muy especiales, porque allí conviven en total armonía magos, brujas, hadas y también seres humanos sin ninguna clase de poderes, conocidos como los Sinmagia.
Es allí donde viven las gemelas Vainilla y Pervinca, brujitas de la Luz y la Oscuridad, respectivamente. Además de ser idénticas, son inseparables, tienen los mismos sueños y la existencia de ambas garantiza el equilibrio entre que las grandes fuerzas mágicas.
Pero en este segundo título, cuando las gemelas ya han cumplido los diez años, un poderoso enemigo, el “Terrible 21”, buscará romper ese equilibro. Y para lograrlo, necesita a Pervinca.
“El encanto de la oscuridad” —al igual que la primera parte, “El Secreto de las Gemelas”—, no sólo se inserta dentro de una corriente literaria mundial cada vez más grande, como es el género fantástico-juvenil. La serie de “Fairy Oak” es una invitación a un mundo que rescata el encanto y la calidez de las historias de antaño. Y tal vez por eso sus protagonistas resultan tan queribles desde el primer momento: porque evocan historias y lugares que están profundamente arraigados en nuestra memoria y nuestro corazón.
La propia autora, Elisabetta Gnone, lo explica así: “’Fairy Oak es un cuento mágico en un mundo real, en el que uno puede sentir la magia de la naturaleza y experimentar los embrujos y la magia encantada”.
Mención aparte merecen las hermosas ilustraciones en colores y el papel reciclado de alta calidad de los ejemplares.
Sin duda, una propuesta para leer sin prisa, disfrutando la frescura de los prados y la sombra de los grandes árboles del antiguo Valle de Verdellano, siguiendo el camino que conduce a Fairy Oak.