EMOLTV

“El talk box fue idea de Stevie Wonder”

El guitarrista-estrella del arena-rock adelanta sus shows en Chile y recuerda los años en que se convirtió en un símbolo de los megaconciertos. Abrirá en Festival de Viña el 22 de febrero y luego se une a la fiesta de los clásicos con Journey y Earth, Wind & Fire en San Carlos de Aporquindo un día después.

24 de Enero de 2008 | 12:08 |

Peter Frampton (57) recuerda con precisión la corazonada que tuvo los días previos a los memorables shows de San Francisco, que en 1976 dieron vida al disco que marcó a fuego su carrera, Frampton comes alive!. "No pensé que se convertiría en un éxito", aclara al teléfono desde Nashville. Para graficar el infundado fatalismo, despliega un par de estadísticas: "Sólo piensa que el álbum anterior a ése vendió 300 mil copias. Entonces, pensamos que podíamos ir creciendo y vender, a lo más, 200 mil copias más, pero no teníamos idea de que sería un fenómeno".

Claramente su olfato estaba errado. Frampton comes alive! se transformó en el álbum en vivo más vendido de todos los tiempos (16 millones de copias) y su portada, con Frampton de pelo largo y mirada de joven playboy, se inmortalizó como un símbolo de la cultura pop de los ‘70.

En la película "El mundo según Wayne", un chiste lo resume todo: "No hay casa en EE.UU. que no tenga ese álbum". Y probablemente, no hay casa en Chile donde hits como "Baby, I love your way" o "Show me the way" no hayan sonado. Un romance que tendrá su primera vez en vivo por partida doble: el artista abrirá la noche del 22 de febrero en el Festival de Viña, y un día después encabezará el evento "Tres leyendas en una noche", que lo juntará con Journey y Earth, Wind & Fire, en San Carlos de Apoquindo.

"Con Journey toqué muchas veces y siempre lo pasé demasiado bien. Con Earth... nunca he tocado, pero quiero verlos y escucharlos. Toda esta mezcla me tiene muy entusiasmado, porque soy un gran fan de ambas bandas", confiesa el cantautor, aclarando que de Viña sólo sabe que es un festival "importante". De su repertorio adelanta que incluirá sus himnos como solista y sus éxitos en Humble Pie, la notable banda que formó a fines de los ‘60, con el fallecido Steve Marriott.

No cabe duda: Frampton es un hijo de esos años. De la época en que la promiscuidad artística lo llevó a colaborar con David Bowie, George Harrison, Ringo Starr y Stevie Wonder (ver recuado). De los días en que el rock se libraba en las grandes arenas y los megaconciertos se graduaban como gran negocio. "Cuando escuchas mi disco se nota eso: el lugar en el que estoy más cómodo es en el escenario. Amo tocar en vivo, y soy muy bueno en eso. Además, el material era un resumen de lo mejor que había hecho en cinco años. Fueron un par de pistas de mis discos solista, una canción de Humble pie, una de los Rolling Stones y creo que cuando pones ese disco te hace sentir bien. Es muy difícil decir qué causa eso, no lo sé. Simplemente fue una gran noche, logramos captar la mayor parte de una noche de show en San Francisco, que fue muy especial. Aunque hubiera sido un disco en estudio, el material es muy, muy bueno, porque era lo mejor de todo lo que había hecho hasta ese momento. Por eso le fue bien", retoma el hombre que masificó el "talk box", técnica que permite modificar con la boca el sonido de la guitarra, creando un efecto ondulante ("eso lo saqué de un disco de Stevie Wonder", recuerda).

Pero los ‘70 también fueron su mayor camisa de fuerza: Frampton nunca más repitió su impacto. En 1995, un deslucido Frampton comes alive II apenas fue reseñado. "Mientras más discos vendas, peor va a ser para el álbum que siga. Era casi imposible repetir el fenómeno", asegura. Para evitar la nostalgia, el cantautor armó su último álbum, Fingerprints (2006), con la colaboración de músicos de Pearl Jam y de Chris Cornell, ex Soundgarden. Una remodelación que hasta lo hace recalcar: "Hoy hay bandas muy buenas. No extraño mucho los ‘70".

-¿Ni siquiera su pelo largo?
-¡Jajajá!, eso puedo desearlo todo lo que quiera, pero no va a volver.

-¿Cómo recuerda el haber sido parte de una banda como Humble Pie?
-Fue una de las mejores bandas en que cualquiera podría desear haber estado. Era una banda increíble, lo pasé muy bien y también siento que fue excelente la combinación del blues de Steve con mi hard rock y mi gusto por el jazz. Me gustaba mucho el jazz en ese momento y estaba experimentando con mi interpretación, como siempre lo hago, pero hasta ese minuto nunca lo había incorporado. Humble Pie también fue el momento donde formé mi estilo como guitarrista.

-¿Cómo recuerdas a Steve Marriott? ¿qué te entregó él?
-Recuerdo muy buenos momentos. Nos volvimos a juntar justo antes que desafortunadamente muriera y grabamos algunas cosas que salieron en varios de mis discos. Steve Marriott era un talento increíble y yo estaba fascinado de tener la oportunidad de trabajar con él. Era un gran fan de el antes de Humble Pie, cuando él estaba en Small Faces, así que llegar a trabajar con el fue genial.

-Los shows de Humble Pie también se caracterizaban por su potencia.
-Sí, eso pasaba porque tenías un cantante como Steve Marriott, que era único increíble.

-¿Hubo alguna opción de revivir Humble Pie en los '80 ó '90?
“Sí, íbamos a juntarnos y se iba a llamar “Marriott Frampton” o “Frampton Marriott”, no iba a ser Humble Pie, porque sólo habíamos dos. Todos querían que nos llamáramos Humble Pie, pero no queríamos hacer eso ni aprovecharnos. Humble Pie siempre hizo lo que quiso hacer y no siguió las sugerencias de otras personas, pero desafortunadamente antes de que eso ocurriera lo perdimos a Steve.

-¿Cómo nace la idea de masificar y convertir casi en símbolo una técnica como el “talk box” en Frampton comes alive!?
-Nació del álbum  Music of my mind (1972), de Stevie Wonder. De ahí lo saqué. Stevie tenía uno de sus aparatos que se llamaba “The bag” (la bolsa), ni siquiera se llama talk box y lo escuché usarlo en este disco y simplemente me enamoré de ese sonido. Entonces salí a ver si encontraba uno para mí. Creo que también Joe Walsh (The Eagles) estaba a punto de encontrar uno también. Creo que lo empezamos a usar casi al mismo tiempo.

-¿Por qué nunca pudiste repetir el éxito de Frampton comes alive!?
-Creo que cuando has tenido algo que ha sido tan enorme como Frampton comes alive!, como Thriller (de Michael Jackson), es como que la gente no te va a aceptar otra vez sino hasta que vengas con algo que sea igual de grande. Es muy difícil superar Frampton comes alive!, es casi imposible. Después el ‘90 y ‘91 volví y el negocio era completamente distinto. Ahora estoy muy contento con cómo está la música, al menos en Estados Unidos, con una gran cantidad de bandas nuevas y buenas. Creo que también hay más rock otra vez, más que hip-hop, que es buena música y me gusta mucho, pero a muchas de las nuevas generaciones les está gustando eso que pasó en los ‘70 y están escuchando mucho rock clásico. ¡Gracias a Dios nos alejamos de los ‘80!, que fueron tan predecibles. Eran demasiado perfectos y el rock and roll no tiene que ser perfecto. Ahora está Linkin Park con un gran éxito y es fantástico, son buenas bandas. Vi a Incubus la otra noche, no lo había visto nunca antes y tienen un guitarrista fantástico. Todos estos grupos han estado dando vueltas por un tiempo pero ahora sí están apareciendo realmente.

-¿Esta actitud te llevó a buscar la colaboración de músicos de Pearl Jam (Matt cameron y Mike McReady) en tu nuevo disco?
-Eso fue fantástico. La primera vez que escuché Pearl Jam en la radio me tuve que correr a un lado del camino en el auto, porque de pronto había unas guitarras que eran como Humble Pie con otro cantante. Me recordó los fines de los ‘60 e inicios de los ‘70 y necesitábamos desesperadamente volver a esa forma libre de rock and roll. Lo llamaron grunge. Me entusiasmé mucho cuando escuché eso, porque pensé que por fin habíamos vuelto a las tres guitarras, las baterías y un cantante. Entonces cuando pude tocar con ellos en una beneficencia para el cambio político en este país –Neil Young tocó también-, les pregunté a Matt y Mike si me acompañarían.

-En Fingerprints también incluye un cover de “Black hole sun” de Soundgarden y varias veces ha tocado con Chris Cornell...
-Él es mi compositor favorito. Lo conocí hace poco e hicimos una versión híbrida de “Black hole sun”, yo la partí tocando el primer verso y después hicimos el resto de la canción a su manera y eso fue probablemente lo más excitante que hay: poder unir las dos versiones. Él es un talento fenomenal y espero juntarme con él en un par de semanas en Los Angeles.

-¿Cuál es la gran diferencia entre hacer discos hoy y hacerlo en los ‘70?
-Creo que hay una conexión mayor de la que podrías pensar, porque en los ‘70, especialmente en Frampton comes alive! y Backwards, no tenía ninguna idea de lo que estaba haciendo y creo que ahí es cuando experimentas y no hay una forma correcta o incorrecta de escribir, grabar o tocar música, así que puede ser que estés creando algo distinto a lo que hacen los demás. Fingerprints fue donde decidí que realmente no me importaba si nadie lo compraba o si nadie lo lanzaba siquiera, pero justo en ese momento en el sello A&M Records me pidieron que volviera después de muchos años. Quise hacer un disco instrumental y vi que algunas personas levantaron las cejas como diciendo '¿estás seguro de que quieres hacerlo?. Yo les dije que estaba completamente seguro. Soy un guitarrista primero que todo y tengo que hacer una declaración de esos principios.