LONDRES.- Tras un dramático ultimátum de su discográfica, la cantante británica Amy Winehouse aceptó someterse a un tratamiento en una clínica especializada en adicciones.
El jefe de Universal, Lucian Grainge, dejó en claro a la artista de 24 años que su carrera se terminaba si no conseguía estar "limpia", informó hoy el diario británico "The Sun".
Winehouse fue llevada por su padre Mitch a la clínica de rehabilitación en Londres.
Delante de la puerta, su padre y una enfermera tuvieron que empujarla para que entrara.
La cantante, entre cuyos éxitos figura la canción "Rehab" sobre la adicción a las drogas, se negó durante semanas a ser ingresada en un centro.
Sin embargo, la presión para que se sometiera a un tratamiento aumentó a comienzos de esta semana con la difusión de un video, en el que se la ve consumiendo, aparentemente, crack y cocaína. La policía está investigando el caso.
La terapia iniciada ahora se realiza "de común acuerdo", comunicó Universal. Poco antes, Winehouse canceló su participación en una entrega de premios en Francia.
"Amy optó por la clínica luego de hablar con su sello discográfico, sus representantes, su familia y médicos", añade el comunicado de prensa. "Entendió que necesita ser tratada por especialistas, para superar su adicción a las drogas y prepararse para su participación prevista en la entrega de los Grammy (el 10 de febrero)".
Winehouse ya interrumpió tres tratamientos de este tipo. Uno de ellos lo inició en agosto pasado junto con su marido Blake Fielder- Civil, pero lo dejó tras pocos días.
Fielder-Civil se encuentra actualmente en prisión preventiva por un delito de obstrucción a la Justicia.