PARÍS.- La nueva entrega cinematográfica de Astérix desembarca hoy en las pantallas francesas a la conquista del público, apoyado de una impresionante campaña publicitaria pero sin el respaldo de la crítica, que ha sido muy dura con la película más cara de la historia del cine francés.
Temerosos de que la crítica no les fuera favorable, los productores de “Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos” se negaron a hacer pases para la prensa. Los periodista, de todas formas, se colaron en los pre-estrenos y la viereon. Y la conclusión de los cíticos no dejó bien parado a las nuevas aventuras del héroe galo y toda la tropa que lucha contra los romanos.
El diario “Le Monde” asegura que “la vacuidad de esta gigantesca marmita acaba por suscitar un sentimiento de malestar. El periódico “La Croix” sentencia que “el resultado es calamitoso” y que “Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos” ofrece un espectáculo “insípido,” con “diálogos pobres, humor simplón y ausencia de ritmo”. “Al final, una empresa comercial que agita su dinero para esconder lo vacío de su guión” la describe el semanario "L'Express,” mientras que “Le Point” considera que “una historia de amor sin interés rompe el ritmo de una película demasiado larga”
El semanario “Nouvel Observateur” le augura ser una película “muy vista pero no muy querida” mientras que la página web especializada en cine “Première” es más optimista y sugiere un espectáculo "refrescante y espectacular”.
La película, la más cara del cine francés con 78 millones de euros (unos 115 millones de dólares) de presupuesto, cuenta con una inversión publicitaria de 22 millones (32,5) y con el tirón de nombres como Gérard Depardieu, Alan Delon, Clovis Cornillac, Clauda Cardinale, Santiago Segura y Mónica Cruz, sin olvidar los fichajes de Zinedine Zidane, David Beckham, Tony Parker o Michael Schumacher.
Con el objetivo de atraer a 24 millones de espectadores en todo el mundo, el nuevo número de Astérix -que se estrenará en gran parte de Europa este viernes- desembarcará en 6.000 salas europeas.