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Entre guaras y arrechunches

01 de Febrero de 2008 | 16:27 |
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Basta una traducción literal al enigmático nombre de este disco y entra una luz que alumbra de qué se trata toda la música que viene aquí: "guaras" y "arrechunches" son gestos, mohínes, guiños y otras señas que hacen los bailarines y músicos para dar gracia a la danza y el canto. De modo que Entre guaras y arrechunches es un disco de cantos y danzas tradicionales chilenos, el nuevo catálogo de grabaciones del grupo de cantores y bailarines populares Paillal que dirige Osvaldo Jaque.

Cuantiosa como la mayoría de los discos que el persistente conjunto chileno viene editando con regularidad desde fines de los '80, ésta colección de grabaciones se basa en recopilaciones hechas entre 1960 y 2006. En ella se encuentran desde un baile de 1814, llamado cachucha, hasta géneros vigentes como la tonada, el vals, la cueca y el corrido. Mazamorra, refalosa, mazurca, seguidilla y un cierre con tres cuecas campesinas son algunas de estas danzas, y entre ellas se destaca "Por esta calle a lo bajo", que es una porteña: una más de las denominaciones de la genealogía de zamacueca, marinera y cueca en los turbulentos años de la Guerra del Pacífico. El efecto es inmediato y a primera oida se puede adivinar la cueca que hay encerrada ahí.

Con hallazgos como esos Paillal recupera la raíz del folclor y la transforma en algo vivo. El mismo movimiento se escucha en las tonadas: no hay una, sino distintas variedades de tonada entre las cuatro incluidas en el disco, con distinto pulso, compás e instrumentación, desde el arpa hasta el rabel. El grupo es incluso fiel en recoger las distintas nomenclaturas de un mismo baile, de modo que aquí hay una sijuriana tanto como una sajuriana, y lo mismo vale para el vals y el valse que vienen incluidos. El rigor consabido de Paillal se advierte además en la catalogación de las canciones, cada una con los datos del año y la localidad chilena en la que fue recopilada, además del nombre de la cantora o del cantor de la que fue aprendida. Las notas escritas por Osvaldo Jaque son instructivas como pocas y completan el valor informativo de este disco, una apasionante clase de música tradicional chilena.

—David Ponce