No está en sus planes. Andrea Tessa desecha la posibilidad de volver a la televisión y opta por un camino marcado por la música. Tiene un programa en radio Amadeus, un disco swing que ha sido considerado por los críticos como uno de los mejores entre sus similares del jazz vocal, recientemente cantó en las Semanas Musicales de Frutillar y ahora se apronta para cantar mañana en el Festival de Jazz de Concón.
Andrea Tessa tocarán junto a los canadienses Mark Murley (saxo tenor), Phil Dywer (piano), Dave Young (contrabajo) y el baterista chileno Alejandro Espinosa, quien trabajó palmo a palmo con la cantante durante toda su puesta apunto en Tribute, el álbum del regreso. Además, el 9 de febrero actuará en La Serena, invitada por el trompetista dueño de casa, Cristián Cuturrufo.
En 2006 editó su tercer disco, ese tributo a los grandes compositores de canciones norteamericanas: Tribute. Un homenaje que además se mueve entre las líneas hacia sus padres. Andrea Tessa reconoce en su padre a la primera influencia que hizo germinar en ella su amor por Bennett, Sammy Davis Jr y Liza Minnelli. Su madre es la cantante lírica Victoria Vergara, de quien asegura fue descubierta por su progenitor. Ella le mostró en su juventud discos de swing y pop orquestado: Tony, Bennett que se acerca al jazz de manera explícita y logra lo que ella considera su “mejor obra”.
Tribute es un conjunto de baladas de jazz de autores universales: Gershwin, Porter, Carmichael, Hamilton. Un disco que, claramente, no está destinado a ser masivo. “Es mejor pocos amigos, pero buenos”, dice Andrea Tessa.
-¿Tribute es tu mejor disco?
-Uno no puede renegar de lo que ha hecho. En el momento que hice mis discos anteriores (Páginas, 1995 y Equipaje clandestino, 2003) yo estaba no sé si tan eufórica, pero muy contenta igual. En cambio, en el disco Tribute las letras y la música eran para que la gente te la crea y lo ideal es tener un poco más de vida, venir un poco más de vuelta.
-¿Cuán impotante es para ti la interpretación?
-La interpretación de una canción es fundamental. No basta tener una buena voz. Las canciones se actúan, no sólo se cantan. Pueden existir muchas voces más bonitas que la mía, pero lo que se logra en el escenario se obtiene con vida, con haber crecido, con haber bailado con el feo y con el bonito.
-¿Cuáles han sido tus influencias musicales?
-Los grandes intérpretes que me inspiraron son Tonny Benett, Ray Charles, a los que conocí y con los que trabajé personalmente. Y de lejos a Barbra Streisand. He conocido a varias cantantes de jazz y también han sido inspiraciones. Yo siempre escucho muchas voces.
-¿Cuáles, por ejemplo?
-Las voces de Ella Fitzgerald y de Sara Bond son notables. A mí me gustan las voces de los mezzosopranos y las de los barítonos. Los tenores me aburren un poco. Me gusta todo lo que sea tonos medios y bajos. En instrumentos me gusta el saxo, el cello y las cuerdas medias y bajas. En mi tierna niñez, Cat Stevens lo escuché harto por mi madre. Y en mi juventud Chick Corea.
Tessa tiene bajo perfil y eso le gusta. Lejos han quedado los Festivales de Viña en los que participó o el programa de Canal 13 Más Música, cuando en los '80 animaba las tardes del domingo con música para ver, convirtiéndola en la primera VJ chilena. Para este año tiene una agenda musical que contempla la grabación de su nuevo disco, también de jazz, y una actuación en Mónaco.
Tiene un programa de jazz en radio Amadeus, con el que este año pretenden producir una jam session cada mes en el Hotel Sheraton, a la usanza de la antigua radio Classica. Además, tocará en diversos eventos para empresas. Por ahora, a sus 46 años, Andrea Tessa seguirá en la música como camino de bajo perfil, pero perseverante. Es que "la música es su vida". Al menos así lo anunciaba ella como introducción a su histórico programa en Canal 13.