KUALA LUMPUR.- El Gobierno de Malasia ha devuelto 32 biblias que fueron confiscadas a una mujer a su llegada al país para que el ministerio del Interior pudiese examinarlas.
El hecho fue denunciado por el Consejo de Iglesias de Malasia, que acusó a los agentes de aduanas de excederse en su celo y contravenir la libertad de religión al confiscar los tomos en medio de una creciente polémica sobre la excesiva islamización de la nación, informó hoy el rotativo local "The Star".
Por su parte, el ministerio aseguró que los funcionarios se excedieron en su labor, por lo que ellos no tuvieron nada que ver con la aprehensión de las biblias, traducidas al inglés.
El secretario general del Consejo de Iglesias, reverendo Hermen Shastri, dijo que estas actitudes van en contra de la defensa de la libertad de credo que proclama el Ejecutivo.
La etnia malayo-musulmana abarca más de la mitad de los 27 millones de habitantes de Malasia, donde convive con importantes minorías de origen chino e indio, que profesan el cristianismo, el budismo y el hinduismo.
En particular, algunos hindúes denuncian que las autoridades han permitido la demolición de sus templos, levantados antes de la independencia del país, hace 50 años.
A finales del año pasado, el Gobierno revocó una orden para prohibir que las biblias y otras publicaciones cristianas utilizaran la palabra "Alá", que sólo podían emplear los medios musulmanes.