José Miguel Villouta entra a rehabilitación: "Las drogas me estaban matando"

SANTIAGO.- José Miguel Villouta había descubierto su gran pasión. Tras un recordado paso por el programa "El Interruptor" y un fugaz desempeño como opinólogo en SQP, había pasado los últimos meses dedicado por completo a los monólogos de stand-up comedy. "Es lo que más alegrías me ha dado en la vida", ha dicho.

Sin embargo, deberá abandonar los café-concert por un tiempo. Como él mismo ha reconocido en su blog, el ex opinólogo debió ser internado en una clínica de rehabilitación para tratar problemas de abuso de drogas.

Anticipándose a una cobertura de prensa que dio por segura, el ex opinólogo posteó esta mañana el relato de su ingreso al recinto (que, por cierto, no especifica). "Estoy internado en una clínica de rehabilitación por drogas. Me puse a jalar un jueves y no paré hasta el domingo en la tarde. Y si les contara cómo era mi vida antes...", comienza.

Un relato que prosigue señalando que "tenía que ponerle parele. Tengo muchas metas e ideas por cumplir y las drogas me estaban matando. Estaba fallándole además a gente que me importaba mucho", dice incluyendo a personas de la productora Broadeyes, a quienes les reconoce un apoyo "en cada minuto".

La productora de Rodrigo Danús había decidido en diciembre sacar del panel de SQP a Villouta, tras una encendida queja que hizo contra TVN, canal al que calificó de "proxeneta" por tener en las filas de "Pelotón" a la sobreexpuesta Dominique Gallego, de 17 años.

Villouta se decidió a hacer pública la experiencia para que "se enteren por mí" y no por la prensa. "Conozco la cobardía de los que trabajan en periodismo", acusa al principio, hasta detener su relato para que "los periodistas de los diarios no intepreten mis palabras como las de un tipo que no está en sus cabales".

El ahora comediante no ahonda mayormente en la información que se decidió a dar a conocer, pero advierte que pronto lo hará. "Tengan la certeza de que en algún momento les contaré mi historia. Ustedes saben que soy un tipo transparente", dice antes de despedirse agradeciendo las muestras de apoyo que recibe en la calle. "No puedo ser tan wea como para farrearme todo eso".