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“Por fin se hizo justicia”

Cuesta creer que una agrupación tan popular como ésta, que cumple 40 años de historia en matrimonios, fondas y quintas de recreo, no haya estado jamás en un Festival de Viña. José Arturo Giolito: “En el poco tiempo que tenemos mostraremos la mitad de lo que somos, porque además hemos invitado a dos grupos espectaculares: Juana Fe y Sonora Barón. No queremos que ellos esperen también 39 años para llegar a la Quinta”.

21 de Febrero de 2008 | 10:48 |

No se confunda: un combo no es una sonora. “Siempre nos dicen eso: ¿cuánto vale traer a la sonora?”, reclama José Arturo Giolito, baterista, timbalista y percusionista que estará el viernes 22 en el escenario de la Quinta Vergara al mando de su vibrante conjunto, en una jornada que además reúne al guitarrista pop-rock Peter Frampton, al baladista venezolano Franco de Vita y a dos invitados del propio Giolito y su Combo, Juana Fe y Sonora Barón.

“Sonora es una orquestación de trompetas y teclados. Y sólo tocan música tropical. Combo viene del anglo combination, o sea una combinación instrumental para tocar la música que uno escoja”.

-¿No es sólo música tropical como todo el mundo cree?
-Nooooo, para nada. Nosotros tocamos todo. La base melódica está formada por dos saxos alto con el histórico Mario Ojeda y Eduardo Guzmán. En Viña nos apoyará también el saxofonista Jorge Ortiz. Pero cuando hay que tocar un chachachá, usamos flauta traversa y si tenemos que tocar rock and roll usamos saxo barítono. Tenemos clarinete, saxo tenor y saxo soprano también. Este es un don grupo. No somos los más populares pero somos de los más completos en instrumentos y repertorio. Si no fuera así, ya lo hubiera disuelto.

José Arturo Giolito tiene 75 años y nació en “la ingrata pero querida Concepción. O al revés: la querida, pero ingrata Concepción”. Es integrante de una pequeña dinastía de bateristas que se inicia en los años ’30 con José Giolito padre, quien tocó por dos décadas en la orquesta de Federico Ojeda y termina con sus hijos Marcelo y Bruno y su nieto Felipe Giolito: “¡Qué desgracia!… otro baterista. Si vieras cómo toca de bien”, dice el abuelo.

Entre todos ellos está José Arturo y su paso por las orquestas radiales de Minería (con Raúl Díaz), Cooperativa Vitalicia (con Don Roy) y Corporación (con Valentín Trujillo), además de la tropicalísima Ritmo y Juventud y los grupos de la Nueva Ola Los Primos y Los Diablos Azules de Pat Henry. En 1968 fundó Giolito y su Combo. Luego se fue a tocar a Nueva York.

-¿Y qué pasó con el combo entonces?
-Es que lo armamos para grabar dos long play para Odeon. Era un grupo de estudio, para publicar éxitos populares. Yo me fui a tocar a Nueva York con Toly Ramírez y Juan Salazar. Estuve actuando en la orquesta de Tito Puente y también en el Carnegie Hall en un espectáculo de música latina con una sonfonieta de 20 músicos donde se tocaban distintos estilos: balada, tropical y música ligera. Andaban buscando un baterista para cada estilo, pero me recomendaron a mí, que los tocaba todos. Después volví a Chile y rearmé al combo para tocar en vivo de manera profesional. Yo lo formé por vergüenza.

-¿Cómo así?
-Claro porque en esa época de la vida bohemia en Santiago de los años ‘50, donde había mucha pega y pocos músicos, nosotros nos juntábamos en el centro para ver dónde había cancheos (trabajos esporádicos en vivo). Uno llegaba y ahí mismo en el escenario uno tocaba la canción si se la sabía. Pero después comenzaron a llegar las orquestas argentinas. Parecían maniquíes perfectos, todo ordenado, todo profesional, no les faltaba ningún detalle. Eso era lo que yo quería. Entonces lo hicimos así con Giolito y su Combo: un grupo ciento por ciento profesional. Mi lema es “Por la dignificación de la música y de los músicos”. Yo no soy un músico brillante.

-¿Cómo así de nuevo?
-Me levanto temprano y me acuesto tarde. O sea, trabajo duro. Esa es mi ventaja.

-Son como una institución de la música popular chilena ¿por qué no estuvieron antes en Viña del Mar?
-¿Tú puedes creerlo? En 39 años nunca estuvimos en la Quinta. Nunca. Debimos estar hace quince años allí. Parece que el medio te gradúa sólo si pasaste en Viña. Pero nosotros somos unos grandes graduados. Mucha gente que se enteró de nuestra actuación este año nos decía “por fin…”. Yo agregaría algo más “por fin se hizo justicia”.

-¿Qué otras canciones tocan además de “Ese muerto lo cargo yo”?
-Cuando empezamos con el grupo montamos canciones que habían ganado la competencia folclórica del festival: “La torcacita” que cantó Ginette Acevedo y “Viejo puente”, de Héctor Pavez. También tocamos, cada 12 de la noche del Año Nuevo y de Fiestas Patrias, el “Himno nacional” y detracito tres pies de cueca, así lo bailen o no. Es por respeto a mi país. Pero lo fuerte con cumbias, que son canciones de ritmo colombiano más cadenciosas, y cumbiones, que son más rápidas: “Me voy pa Macondo”, “La machaca”, “Que te mate un tren”. Como tú dices, “Ese muerto lo cargo yo” no puede faltar.

-Ustedes tocan mucho en fondas y matrimonios ¿han tocado para tanta gente como ahora?
-Claaaaro que sí. Este Año Nuevo sin ir más lejos, en la Plaza Sotomayor de Valparaíso. Se calculaban 30 mil personas.

-Entonces a la Quinta Vergara se la echan al bolsillo.
-Con la Quinta Vergara es distinto. Me merece mucho respeto. Y si logramos el éxito será el resultado del trabajo en el escenario mismo. Tenemos sólo cuarenta minutos. En ese tiempo sólo podremos mostrar la mitad de lo que somos. Sobre todo porque hemos invitado a dos grupos jóvenes que son espectaculares: Juana Fe y Sonora Barón. Los invitamos además porque no queremos que ellos tengan que esperar 39 años también para llegar al Festival de Viña del Mar.

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