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Filarmónica de Nueva York actúa por primera vez en Corea del Norte

La actuación prevista de los neoyorquinos está concentrando la atención de todo el mundo dado el trasfondo de complicadas relaciones justo entre estos dos países.

22 de Febrero de 2008 | 12:34 | DPA

SEÚL/PYONGYANG.- Estados Unidos y Corea del Norte están cambiando el tono de sus relaciones. Cuando la Filarmónica de Nueva York se convierta el martes que viene en la primera orquesta estadounidense en actuar en el país comunista, contará con el apoyo expreso de Washington.


Ya previamente otras orquestas occidentales visitaron Corea del Norte, pero la actuación prevista de los neoyorquinos está concentrando la atención de todo el mundo dado el trasfondo de complicadas relaciones justo entre estos dos países.


En el Gran Teatro en el este de la capital, Pyongyang, se interpretarán obras de Richard Wagner, Antonin Dvorák. George Gershwin y Leonard Bernstein. También sonarán los himnos nacionales de Estados Unidos y Corea del Norte. Y todo será transmitido en vivo por la televisión nacional, un hecho muy singular.


El evento, preparado con enorme despliegue financiero y organizativo -los equipos para la transmisión televisiva fueron entregados por la cadena surcoreana MBC a través de la vigiladísima frontera entre las dos Coreas-, es el primer contacto cultural significativo entre Estados Unidos y Corea del Norte, que durante años estuvo totalmente cerrada al exterior.


Con el acuerdo sobre el desmantelamiento del controvertido programa atómico norcoreano el año pasado se sentaron las bases para una mejoría de las relaciones. La invitación a la orquesta estadounidense llegó el año pasado de parte del Ministerio de Cultura norcoreano.


Los responsables en Estados Unidos tienen la esperanza de que la cultura sirva para abrir puertas para mejorar las relaciones con Corea del Norte, país al que el presidente estadounidense, George W. Bush, incluyó en su momento en el "eje del mal" con el Irak de Saddam Hussein e Irán.


De todas maneras, no se puede predecir qué efecto tendrá el concierto en el desarrollo de las relaciones, comentó el enviado estadounidense para las conversaciones atómicas con Corea del Norte, Christopher Hill, durante una visita a Seúl. Hill insistió en que Estados Unidos -el contrario de lo que afirma Corea del Norte- no lleva adelante una política de hostilidad. "A los norcoreanos a veces no les gustan nuestras palabras, pero quizá les guste nuestra música", añadió.


Los diarios surcoreanos también especulaban con la posibilidad de que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, hiciera una escala en Pyongyang para asistir al concierto en el marco de su gira por Asia. De todas maneras, es muy poco probable que eso ocurra. Tampoco está claro que el presidente norcoreano, Kim Jong Il, acuda al concierto.


La actuación prevista recuerda al concierto que la Orquesta de Nueva York ofreció en 1959 en la Unión Soviética o al que la Orquesta Sinfónica de Filadelfia dio en 1973 en China. En aquel entonces, la llamada "diplomacia del ping-pong", que tomó su nombre del viaje de un equipo de tenis de mesa estadounidense a China, allanó el camino a la normalización de las relaciones entre Washington y Pekín.


En el caso de Corea del Norte, en abril de 2002 visitó Pyongyang la Orquesta Juvenil Alemana. También esta vez hay alemanes en el proyecto. La empresa EuroArts Music International GmbH con sede en Leipzig produce el concierto y hará un documental en DVD. Para ello, un equipo de 32 personas viajará de Pekín a Pyongyang. En China, entrevistarán al director Lorin Maazel y al presidente de la Filarmónica Zarin Mehta para la película. "Esperamos poder grabar la mayor cantidad posible de imágenes de la vida cotidiana", dijo Paul Smaczny de EuroArts.


Junto al canal cultural franco-alemán Arte y estaciones de Estados Unidos, también la televisión china y cadenas televisivas de Suecia, Dinamarca, Macedonia, Eslovenia y Hungría tienen previsto transmitir el evento en vivo.


En Estados Unidos, el anuncio del concierto no sólo fue recibido con benevolencia. Según Maazel, los planes generaron entusiasmo pero también en parte indignación. En declaraciones al "Wall Street Journal", el director justificó la actuación. "Siempre creímos que las artes en sí y sus personajes principales, los artistas, deben jugar un papel más importante en la arena pública". Estas actividades, sin embargo, deberían realizarse de manera "totalmente apolítica, imparcial y libre de determinadas cuestiones problemáticas específicas", sostuvo.

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