Simple Plan

Desde que Green Day demostró que el pop punk se adapta al rock de estadios, la estela de bandas que le sigue, como este quinteto canadiense –uno de los sabores favoritos de la tribu emo–, se toma la señal en serio. El tercer álbum homónimo de Simple Plan mantiene el aliento sufriente de esta generación punk, que pretende tanto representar eternos quince años (aunque los miembros de Simple Plan caminan hacia los treinta), como abiertamente intercalar canciones con hambre de fama masiva y total.

"I can wait forever", "No love" y "Holding on" son composiciones que podrían gustar al oyente que se emociona con Coldplay. La elección de productores, asociados a nombres vendedores como el grupo Evanescence y los cantantes Justin Timberlake y Avril Lavigne, confirma que Simple Plan va por la tajada grande y que los argumentos del rock más comercial son de su dominio.