LONDRES.- La Royal Opera House londinense, uno de los coliseos más prestigiosos del mundo, acogerá este verano una ópera pop cantada en mandarín, “Monkey: Journey to the West,” del músico británico y componente de “Blur” Damon Albarn.
Un auditorio que ha escuchado a Joan Sutherland, Plácido Domingo y ha visto bailar a Rudolf Nureyev se verá de pronto convertido en una especie de circo poblado por un personaje de dibujos animados, docenas de acróbatas voladores y malabaristas y un conjunto de artes marciales.
Cuando se estrenó el año pasado en Manchester, el diario “Times" describió la ópera como “teatro musical de lo más espectacular” y dijo que era una “improbable combinación de ’The Lion King’, el Cirque du Soleil y la película ’Crouching Tiger, Hidden Dragon’, de Ang Lee.”
"Monkey” forma parte de la temporada de verano en Covent Garden, que celebrará en julio y agosto próximos la cultura china y que incluirá la actuación del Ballet Nacional de China y del Conjunto Acrobático de Guangdong, en coincidencia con los Juegos Olímpicos de Pekín.
Esta nueva aventura del vocalista de Blur es un espectáculo de dos horas que cruza varios géneros, bajo la dirección escénica del chino Chen Shi-Zheng, cantado además enteramente en mandarín aunque con subtítulos.
El protagonista es el Rey Mono, un personaje que ambiciona convertirse en inmortal y disponer de poderes mágicos que viaja por diversos continentes en busca de un maestro.
El exotismo de Albarn
La música de Albarn, compositor de 40 años que también ha liderado bandas como Gorillaz o The Good, The Bad and The Queen, ha sido calificada de “exótica” por la crítica.
La orquesta consiste en instrumentos occidentales, entre ellos dos violines, chelo, trompeta, trombones y percusión, y otros chinos, todos ellos de cuerdas, pero el compositor recurre también a los sonidos electrónicos y a la voz humana.
Albarn y el artista Gavin Turk crearon incluso un nuevo instrumento llamado “claxófono,” que reproduce el sonido del claxon de los coches en las ciudades chinas.
La música además es amplificada, lo que añade otra dimensión al sonido.
Un crítico ha descrito musicalmente “Monkey” como una mezcla de Ennio Morricone ("C’era una volta il West"), Philip Glass y cantos budistas tibetanos.
El propio Albarn señaló el año pasado que le gustaban los compositores que han destacado por su originalidad como el francés Olivier Messiaen o el estadounidense John Cage.