EMOLTV

Versión africana de ópera de Mozart seduce en Londres

Una recreación de "La flauta mágica" nacida en los barrios negros de Sudáfrica triunfó en los premios Olivier de teatro.

14 de Marzo de 2008 | 14:32 | AFP
imagen

Ninguno de los intérpretes estudió en conservatorio, lo suyo es herencia de una vibrante tradición musical.

The Magic Flute - Impempe Yomlingo

LONDRES.- Acostumbrados a los mejores espectáculos del mundo, los exigentes británicos han caído rendidos ante una recreación de "La Flauta Mágica", de Mozart, que nació en los barrios negros de Sudáfrica al ritmo de marimbas y tambores, y ahora cosecha aplausos y premios en Londres.

"The Magic Flute - Impempe Yomlingo", que se trasladó en febrero al teatro Duke of York, en el West End, tras presentarse en diciembre en el Young Vic, dirigido por el actor estadounidense Kevin Spacey, fue galardonada el domingo con el Premio Laurence Olivier a "la mejor recreación de una obra musical".

Saludada como una "adaptación gozoza y vibrante" de la ópera clásica de Mozart, la pieza, cantada en inglés y en Xhosa, le ganó a costosas producciones de "El Flautista en el tejado" ("Fiddler On The Roof") y "La tienda de los horrores (Little Shop Of Horrors)", que competían para este codiciado premio.

El director y los intérpretes de esta versión africana de una de las más populares óperas jamás escritas se dicen los más sorprendidos por el éxito cosechado por su adaptación de la ópera de Mozart.

"No sabíamos cómo iba a reaccionar la gente en Londres, al ver remplazada la orquesta clásica por marimbas y sonidos africanos", admitió tras una representación de la pieza el director Mark Dornford-May, nacido en Gran Bretaña y radicado en Sudáfrica.

El director se dijo sobre todo "aliviado" por el éxito de su adaptación, en la que participan 35 cantantes y músicos, todos vestidos con atuendos africanos.

A diferencia de lo que suele ser tradicional en Occidente, ninguno de los intérpretes de esta "Flauta Mágica" sudafricana, cuya gestación tomó 18 meses, ha recibido una educación en conservatorios de música, sino que son producto de la vibrante tradición musical y coral de los "townships" sudafricanos, habitados mayoritariamente por negros.