Juez de divorcio de McCartney reprende a ex esposa

LONDRES.- Pareció una mala testigo, que decía fanfarroneadas y que en la guerra de divorcio contra su ex esposo hasta vació un jarro de agua. En cambio tuvo un comportamiento ejemplar y correcto ante el tribunal.

Un día después de que el juez Hugh Bennett dictara sentencia en el juicio de divorcio de Paul McCartney y Heather Mills, este martes se publicaron completos los detalles de la sentencia del juez.

Heather Mills, la ex esposa del ex Beatle Paul McCartney, recibió castigo. Fue todo "menos una testigo impresionante", describió Bennett. Algunas de sus declaraciones "no sólo eran contradictorias e incorrectas, sino también todo lo contrario de honestas", señala el texto de la sentencia hecho público hoy en su totalidad.

Mills admitió haberle derramado agua a la abogada estrella de McCartney, Fiona Shackleton, cuando se difundió la sentencia. Se acercó a la letrada y le gritó "no soy una perdedora", dijo Mills a la BBC, y añadió que después le vertió "todo el jarro" sobre la cabeza.

"Yo estaba muy tranquila", dijo sin embargo la ex modelo, aunque se manifestó "indignada" después de haber tratado inútilmente de impedir la publicación de los detalles de la sentencia.

Mills, de 40 años, dijo que con su solicitud quería proteger a la hija de ambos, Beatrice, de cuatro años. Sugirió que no quería que se conocieran en profundidad los detalles sobre la manutención de la pequeña.

De todas maneras quedó abierto el interrogante de si realmente fue ése el motivo, ya que más bien parecía que temía a las palabras del juez, que ahora cualquier interesado puede leer en Internet.

McCartney, un testigo honesto

El ex Beatle, de 65 años, deberá pagarle a Mills 24,3 millones de libras (casi 50 millones de dólares o 31 millones de euros), pero es él quien recibió una mejor calificación del juez.

McCartney "se manifestó todo el tiempo de forma moderada con justificado enfado pero no con rabia", se dice en el documento de 58 páginas. "No se contradijo y fue meticuloso y honesto".

Sobre Mills, a quien le falta una pierna por un accidente, el documento indica que tiene una "personalidad obstinada e imperturbable".

De todas maneras el juez agregó conciliadoramente que la ex modelo es "una persona amable", que se dedica plenamente a su actividad de beneficencia. Además siguió su caso con "voluntad de hierro".

Las incongruencias se refirieron a datos que proporcionó Mills sobre su patrimonio, que aparentemente no eran correctos.

La difusión de la sentencia es también una particularidad en esta "Guerra de los Roses" que se prolongó dos años, porque hasta ahora estuvo impregnada de secreteos y todo tipo de especulaciones, pese a que finalmente se publiquen detalles de la sentencia.

Los dos protagonistas tendrán que mantener silencio sobre sus cuatro años de matrimonio y las declaraciones hechas en el proceso, según indicó el tribunal. Supuestamente así se evitará una pelea pública con golpes bajos.

Mills y McCartney se separaron en mayo de 2006 y desde entonces impulsaron una amarga disputa por detalles del divorcio. En un principio, Mills reclamaba a McCartney 125 millones de libras y él sólo le ofrecía 15,8 millones de libras.