EMOLTV

La lógica oriental

El concepto estético es diametralmente opuesto al occidental. Otros tiempos de la acción dramática, otra sutileza de los gestos, otro simbolismo del vestuario y otro maquillaje. En cuanto a música y canto, todo es distinto. Es lógico, se trata de obras que vienen de China.

19 de Marzo de 2008 | 13:29 |
imagen

Integrantes del elenco de la Ópera de Beijing que agotaron las entradas en sus dos funciones en el Teatro Oriente de la capital.

El Mercurio

En un verdadero acierto se convirtió la visita de este conjunto de jóvenes chinos, perteneciente a la Opera de Beijing, que actuaron con el patrocinio de la Embajada de la República Popular China y la Municipalidad de Providencia. Su presentación se efectuó en el Teatro Oriente organizada por el Instituto Cultural de Providencia, y ofrecieron dos funciones con entradas totalmente agotadas.

Un primer alcance que debemos hacer tiene relación con un concepto estético diametralmente opuesto al occidental, que va desde un uso muy diferente de los tiempos de la acción dramática, la sutileza de los gestos, el simbolismo del vestuario y maquillaje entre otros, culminando con la música y el canto. Estos se encuentran en las antípodas del concepto estético occidental, pues a veces incluso utilizan los quiebres vocales, lo gutural y el uso del falsete para los varones.

En el ámbito instrumental, el pequeño conjunto utiliza cuerdas, vientos y una permanente presencia de la  percusión. Y en lo melódico utiliza plantillas sobre las que se improvisa. Esta improvisación va de acuerdo con los movimientos y el canto de los intérpretes. Otro aspecto a destacar es que este canto ocupa preferentemente los agudos y una especie de melismas de carácter expresivo.

En la función que presenciamos se ofrecieron cuatro historias a cargo de siete intérpretes, tres de ellas en dúo y la otra a cargo de un solista. En este caso fue evidente la madurez actoral de algunos de ellos por sobre otros, que aún se encuentran en pleno desarrollo.

No obstante, en todos existe un dominio corporal asombroso, lo que les lleva a realizar impresionantes acrobacias. Pero que no se piense que estamos frente a un espectáculo circense, pues todos los movimientos apuntan a un relato que incluye canto, diálogo hablado y danza.

De extraordinaria gracia fue la protagonista de “El Brazalete de Jade”. Mágica en sus sutiles movimientos, tanto corporales como del rostro y los ojos. Coqueta, irónica, insinuante, astuta y aparentemente tímida. Ella se las arregla para conquistar a un tímido joven, que le regala el brazalete en muestra de amor. Los devaneos amorosos de los jóvenes fue plasmado en gran forma por sus intérpretes.

Otro momento estelar se vivió en “El río Otoñal”, en el que la pareja de cantantes actores crea una mágica fusión de humor con drama, en una extraordinaria demostración de dominio corporal, pues usando sólo sus movimientos pudieron crear la ilusión de un bote inexistente, con sus balanceos y a veces pérdida de equilibrio.

Un poco menos logrado, en cambio, consideramos la “Fuga nocturna”, a cargo de un varón tal demasiado joven como para dar el perfil necesario de actuación, pues aunque realiza todas las acrobacias requeridas, su voz es débil y algunos de sus movimientos resultan poco convincentes.

Así mismo resultó dispareja la presentación de “Adiós mi Concubina”, en el que la actriz y cantante superó ampliamente a su contrapartida, el “conquistador del estado” cuyos movimientos, resultaron un tanto pesados y poco expresivos.

Bien sabemos que estos jóvenes aún se encuentran en proceso formativo, cuestión muy larga en la tradición china, y estamos seguros que pasando el tiempo, llegaran a ser figuras de excelencia. Una visita que se agradece, pues son pocas las oportunidades de presencias espectáculos de esta categoría.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?