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Cura reggaetonero promete un perreo sin pecado para fiesta de la Vicaría

El sacerdote Fray Richard se encuentra en Chile para evangelizar con su particular ritmo religioso. Canta el sábado en Plaza Italia.

20 de Marzo de 2008 | 12:40 | Gerardo de la Maza, El Mercurio Online

SANTIAGO.- Si el judaísmo tiene al rabino Matisyahu predicando en clave reggae, los cristianos pueden disfrutar sin pecado con el ritmo reggaetonero de Fray Richard. El cura caribeño embestido de riguroso hábito blanco hará bailar en Santiago con un estilo que, de buenas a primeras, no pega mucho con el mensaje católico.


Si bien la Semana Santa solía ser un tiempo de recogimiento, donde la música estaba prohibida, los tiempos se han cambiado para celebrar el domingo de  resurrección al ritmo del reggaetón. El sacerdote se presentará en la Fiesta de la Vicaría de la Esperanza Joven que tomará lugar en Plaza Italia este sábado en el contexto de la vigilia pascual a partir de las 23:30 horas.


Nacido en Panamá, Fray Richard hoy evangeliza en Guatemala donde trabaja con jóvenes presidiarios con los cuales aprendió a comunicarse en su lenguaje y con su música, el rap.

Acorde con los tiempos que corren, el sacerdote se ha ido adaptando a sonidos más frenéticos y cadenciosos. “Lo que empezó como una dinámica sin relevancia fue un proyecto que con los años fui trabajando con más ritmos latinos, como el merengue, salsa, reggae y reggaetón”.


- El Reggaetón es un género que se asocia con la violencia y el machismo, ¿cómo se explica que un religioso llegue a esa música?
- Desde el rap vienen esas temáticas de violencia, el reggaetón no es original en ese sentido. Yo congenio esos estilos que nacieron para ser contestatarios con la sociedad y las instituciones con mi mensaje. Uso el rap como canal musical y le di un aspecto positivo, de fe y de Dios.


- ¿Qué temáticas trata en sus letras?
- Yo me rebelo y protesto en contra de que los jóvenes sean manipulados y llevados a ambientes violentos. Yo rechazo que el hombre sea un objeto, una cosa que agarra y que se tira.


- ¿Qué le han comentado sus superiores eclesiásticos?
- Ellos no entienden este estilo. Para poder entenderlo hay que estar en el marco de realidad que están los jóvenes y muchos de ellos no lo están. Yo he trabajado en la calle, en los barrios y en la cárcel. Ellos se quedan extrañados que yo tenga esa habilidad. Me he encontrado con asombro, algunos han manifestado su incomodidad porque no entienden el lenguaje.


- En sus presentaciones no deja de lado el baile, ¿tiene algún paso especial, algún perreo?
- El reggaetón está al servicio de un sistema que degrada a la persona. Lo que yo he hecho es invitar a los jóvenes a crear nuevas expresiones de baile. La danza también es un canal expresivo. Me he encontrado con que los jóvenes crean pasos acorde con la música que interpreto.


- Tiene mucho éxito en Centroamérica, ¿cómo cree que le irá en Chile?
- En Centroamérica tengo una acogida impresionante. En Chile, la gente está expectante. Los jóvenes con los que me he encontrado están encantados. Es una oportunidad que tengo que aprovechar.