Andrew Lloyd Webber, el "rey de los musicales", llega a los 60 años

LONDRES.- Andrew Lloyd Webber ni se inmutó cuando su "Cats" fue desplazado en Nueva York del trono del "musical más representado de Broadway de todos los tiempos". Y no debe extrañar, porque el sucesor en la cima de la lista, "El fantasma de la ópera", también era de él.

Ningún otro compositor dominó tanto el mundo de los musicales durante décadas como este hijo de un músico de iglesia y una profesora de piano nacido en Londres. Este sábado Lloyd Webber cumple 60 años. Y Sir Andrew, un gran aficionado a las fiestas, comenzó con las celebraciones hace ya días.

Decenas de amigos famosos, entre ellos los astros de Hollywood Michael Caine y Roger Moore, volaron el fin de semana pasado en jet privado a Mallorca, donde el "rey de los musicales" los esperaba en su residencia de vacaciones. "Fue como siempre", dijo una asistente a la fiesta. "Cuando convoca Andrew, la gente hace cola".

Hace diez años, el compositor, uno de los músicos más ricos del mundo con un patrimonio estimado de unos 800 millones de euros (1.200 millones de dólares), celebró sus 50 en el Royal Albert Hall.

Un superestrella

Estrellas de Broadway y el West End londinense interpretaron grandes éxitos de Lloyd Webber, que triunfaron bastante más allá del ámbito de los musicales y se convirtieron en hits autónomos, entre ellos, "Love Changes Everything" de "Aspects of Love", "Don’t Cry for Me, Argentina" de "Evita", "Memory" de "Cats" y, lógicamente, "The Music of the Night" de "El fantasma de la ópera".

Su primer éxito lo consiguió con apenas 20 años, cuando el estreno de su debut en el musical "Joseph and the Amazing Technicolour Dreamcoat" fue recibido con entusiasmo.

Poco después, a los 22 años, Lloyd Webber desató una intensa controversia con la ópera rock "Jesucristo Superstar". Ante el teatro en que se estrenó en Broadway, grupos cristianos no sólo se manifestaron en contra de que la crucifixión de Cristo se convirtiera en tema de un musical hippie, sino que también criticaron que el personaje de Judas saliera tan bien parado, mientras que grupos judíos protestaron por el hecho de que los judíos fueran denigrados como canallas.

Más allá del debate, la obra fue cubierta de premios en la entrega de los Tony Awards, probablemente los premios teatrales más deseados del mundo. Más adelante, se le sumó otro Tony a la mejor puesta en escena nueva cuando "Jesucristo Superstar" fue reestrenado en Broadway en 2000, esta vez, sin manifestaciones.

Lloyd Webber demostró que una condición para triunfar como músico, junto al talento, también es la insistencia. A los perdedores de Eurovisión en la actualidad les puede servir de consuelo que en su momento también Lloyd Webber fracasó allí: en 1967 con "Try It And See".

Más adelante la canción, que compuso junto con su socio Tim Rice, renació como "King Herod’s Song" en "Jesucristo Superstar".

Su enorme patrimonio, al que los medios británicos a veces se refieren con envidia, se lo debe Lloyd Webber sólo en parte a sus habilidades como compositor y arreglista.

El "rey de los musicales" también es un hábil hombre de negocios. Con su compañía privada "Real Useful Group" hizo millones con el negocio de los derechos de autor. Además, Lloyd Webber es dueño de algunos de los escenarios más rentables del mundo. Y también demostró ser muy inteligente para invertir en arte moderno y antiguo.