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"Aprecio que la industria musical se esté volviendo irrelevante"

"Es una oportunidad fantástica para los grupos", dice este músico e ingeniero de grabación, que tiene la experiencia de haber grabado a Pixies, Nirvana o PJ Harvey y que esta semana debuta en Chile con su propio grupo, Shellac. "Pienso que ahora es un momento estimulante y fantástico para tener un grupo".

24 de Marzo de 2008 | 12:48 |

Hombre de principios, Steve Albini prefiere llamarse ingeniero a productor y aquí explica por qué. Y ha grabado algunos de los discos más esenciales de Nirvana, Pixies o PJ Harvey, pero prefiere no hablar de los discos de otros, sobre todo cuando tiene algo propio a lo que referirse. Albini es el cantante y guitarrista del trío estadounidense Shellac, uno de los referentes más auténticos del rock alternativo de las últimas dos décadas, y el próximo jueves 27 va a tocar por primera vez en Chile con su grupo.

-Nunca habíamos podido ir antes, así que estamos muy entusiasmados de finalmente poder hacerlo -explica, durante un alto en su trabajo en Electrical Audio, el ocupado estudio de grabación que mantiene en Chicago-. Tenemos un montón de amigos que también están en grupos y todos hablan sobre ir de gira a Sudamérica como una gran experiencia


-¿Qué amigos, por ejemplo?
-Bueno, prácticamente cada grupo que va a Sudamérica vuelve hablando de la hospitalidad y de cuan diferente es la experiencia en comparación con Europa y Norteamérica -explica Albini, que integra Shellac con la misma formación que inició el grupo en 1992, junto a Bob Weston (voz y bajo) y Todd Trainer (batería), y con quienes ha grabado los discos At action park (1994), Terraform (1998), 1000 Hurts (2000) y el reciente Excellent italian greyhound (2007).


-¿Qué tan planeado está el concierto, las canciones están previstas?
-Improvisamos la lista de canciones. Cuando estamos en el escenario durante el show, entre una canción y la siguiente alguien decide qué canción vamos a tocar después. No tenemos una lista preordenada. Nos gusta, porque hay muchas canciones que tocar, tenemos unos cuantos discos, a veces queremos unas cosas, a veces otras son más apropiadas y es bueno ser capaz de empezar algo espontáneamente.


-¿Es más vertiginoso para el público también?
-Bueno, es más divertido para nosotros, y se trata de eso. Digo, si disfrutamos lo que hacemos… divertido es el modo más apropiado para decirlo. Si estamos involucrados y comprometidos en lo que hacemos, es posible que los demás también se involucren.


-¿Sí es posible pensar que tienen más ganas de tocar cosas del último disco?
-De verdad depende del ánimo del concierto. Vamos a tocar algunas de esas canciones, pero honestamente no te podría decir cuáles. Lo decidimos en el último segundo.


-¿Así como improvisan el orden, también improvisan en las canciones en sí mismas?
-Sí. En gran parte de nuestras canciones hay algo de espacio para improvisación. La mayoría puede estar compuesta de un modo un poco relajado. No hay una melodía tradicional ni nada de eso. Hay mucha libertad.


-Sí hay algunas muy exactas, como "Kitty pants", del disco nuevo. ¿Incluso ahí inventan sobre la marcha?
-Sí, hasta cierto punto. Ahí hay un estilo preciso de tocar y algo de decoración puede salir espontánea. Pero canciones como ésas son menos frecuentes, porque mientras más técnica es la composición, más límites tienen para tocarlas en vivo. Y te cansas de tocar lo mismo cada vez, entonces no las tocas muy seguido. Pero en el mismo disco hay una canción llamada "On the radio".


-Que es lo opuesto.
-Que es muy espontánea. Cada vez que la tocamos es algo diferente. Y me imagino que continuaremos tocando esa canción por un buen tiempo, porque es tan abierta.


Productor versus ingeniero


"On the radio" es una canción desbocada y eléctrica de ocho minutos en la que Steve Albini se transforma en el último disc-jockey radial del mundo para anunciar la muerte de la radio.


-¿Hay algo de ironía ahí, o tal vez sí sientes nostalgia por esos años de radio?
-No es ironía en realidad. Esa canción tiene un montón de diferentes elementos en su inspiración. Una de sus inspiraciones fue cómo se ha vuelto muy popular en los círculos críticos contemporáneos hablar de la radio como un medio de comunicación muerto, de que Internet es la nueva radio, ese tipo de cosas. Pero cada auto sigue teniendo una radio adentro. Y a cada rato hay alguna celebridad cantando en la radio. Es algo innegable. Tal vez no es tan influyente como lo era hace un siglo, pero la radio es todavía un medio muy importante.


"Pero es importante de un modo muy raro", continúa Albini. "Porque nadie te está mirando. Es gente que no necesariamente tiene esa calidad de estrella, pero tiene por ejemplo una voz interesante, o un buen uso del lenguaje. Y se vuelven famosos de esa extraña manera. Y está también el hecho de que muchas radios tienen un alcance limitado. Así que en cada pueblo hay alguen que es súper famoso. Es como Elvis Presley, pero sólo para esas dos mil o cinco mil personas. Es una fama extrema. Pero sólo en un área muy chica".


-¿Hay alguna relación entre Shellac y la radio, o sólo hablas como un auditor?
-No, no tengo un afecto particular por la radio. La canción podría ser acerca de cualquier cosa.


Hace más de una década, Steve Albini hizo saber sobre su fundamentada postura opuesta a la industria del rock a gran escala con su ensayo "El problema con la música". Con su experiencia en el negocio musical, allí critica con acidez el manejo de las grandes corporaciones disqueras y demuestra, cálculos en mano, como los músicos de un grupo cortan siempre la tajada más chica de ganancia, por debajo de los ejecutivos de sellos, medios de comunicación y representantes varios.
 
-En esa perspectiva, ¿estás satisfecho con el modo en que ha cambiado ese negocio en los últimos años?
-Bueno, sí aprecio que la industria musical profesional a gran escala se esté volviendo algo irrelevante. Creo que para los grupos es una oportunidad fantástica de tomar el control de sus carreras.


-¿La están tomando?
-Sí. Hay una buena cantidad de grupos independientes más chicos, muchos de los cuales ya ni están interesados en encontrar un sello grabador. Pienso que es un momento estimulante y fantástico para tener un grupo ahora. Porque hay tantas opciones disponibles para la distribución de música, que de verdad no se requiere la participación de nadie más.
 
-¿Es un mundo mejor?
-El acceso es mejor. No sé si necesariamente vaya a ser mejor en el aspecto financiero. Porque un músico es visto como una commodity (una materia prima abundante y de bajo valor) y nadie ve una razón para pagar por ello. Entonces los grupos tienen que encontrar otros modos de sostenerse. Pero no creo que ese sea necesariamente un problema.


-Una más sobre la radio. Shellac hizo una grabación para la BBC con John Peel, el más grande DJ de radio de Inglaterra. ¿Cuál es tu recuerdo de haber trabajado con él?
-Él fue una persona inspiradora. Era completamente inmune al cansancio, después de pasar décadas rodeado de música, de grupos, de gente que le preguntaba cosas, seguía teniendo el tiempo para dedicar a quien quisiera hablarle y escuchar un disco que cualquiera le diera. Tenía el corazón completamente abierto y era un hombre brillante. Definitivamente cambió mi perspectiva sobre la música.


-¿De qué modo?
-Bueno, solo para mencionarte una idea específica, tenía un respeto tan grande por los grupos que, lo dijo en una conversación conmigo, si le llegaba algún disco por correo y lo tocaba y no le gustaba, entonces suponía que el problema era suyo. Que él no había entendido. No que fuera necesariamente un mal disco. Porque pensaba que nadie haría un disco que no valiera la pena, nadie haría el esfuerzo de hacer un disco si no tuviera un valor. Así que el problema debería estar en el auditor. Y creo que eso es muy generoso. Un modo informado de ver la música es considerar que la gente que la hace tiene la intención de hacerlo y que hay un valor en eso.

-¿Hay una conexión entre eso y el modo en que tú trabajas como ingeniero?
-Sí, hay un paralelo. Con la distancia profesional que yo mantengo con la música cuando estoy trabajando como ingeniero, trato de no tomar una decisión sobre lo que me gusta o no como un fan, porque no creo que sea la respuesta apropiada.

-¿Ésa es tal vez la razón por la que prefieres la palabra "ingeniero" a "productor" para definir lo que haces?
-Eh… sí y no. Está relacionado. Prefero el término "ingeniero" porque es más preciso. Un productor es alguien que tiene más responsabilidad en el contenido del disco que la que yo quiero tener. Así que no creo que sea exacto llamarme un productor. Pero al mismo tiempo tampoco tengo un gran respeto por los productores –sonríe–. Así que tal vez es por eso.


-Finalmente, acerca de tus trabajos recientes, ¿grabaste un disco nuevo con The Breeders, qué otras cosas puedes mencionar?
-Sí, hay un nuevo disco de The Breeders e hice algo en él. No hice el trabajo principal, tal vez trabajé en un treinta por ciento del disco. Creo que es un disco asombroso, como siempre. Bueno, hago un montón de discos, pero me incomoda un poco mencionarlos. Los músicos se asocian conmigo para grabar; si ellos quieren mencionarlo para mí está bien, pero me incomoda un poco hablar de los demás, sólo porque no siento que es mi lugar.