POTSDAM.- El estreno mundial de la versión teatral de los "Versos Satánicos" del perseguido Salman Rushdie, previsto para este domingo en Alemania, estará acompañado por un discreto dipositivo policial ya que de momento no hay indicios de que se vayan a producir altercados.
El escritor anglo-indio, a cuya cabeza se ha puesto precio por ofensas contra el Islam, está invitado al estreno, pero por razones de seguridad aún no está confirmada su asistencia. La policía está preparada para reforzar sus efectivos si el autor asiste finalmente al evento.
"Aún no hemos recibido una respuesta", indicó Georg Kehren, portavoz del teatro en el que se representará la pieza, el Hans Otto Theater (HOT) de Potsdam, cerca de Berlín.
La dirección es consciente de que aunque desee una escasa presencia policial, será necesario reforzar la seguridad si el autor acude al estreno. No en vano, sobre él se cierne desde hace 20 años una condena a muerte dictada por el ayatolá iraní Jomeini por los "Versos Satánicos".
La obra sale a escena en un momento especialmente candente, por las caricaturas de Mahoma en Dinamarca y la película del holandés Geerd Wilders, pero en realidad el motivo del estreno se debe a Goethe y al 200 aniversario de la publicación de "Fausto".
De hecho, mientras otros muchos teatros alemanes representarán este fin de semana "Fausto", Uwe Eric Laufenberg, director de la obra, subirá a los escenarios los "Versos satánicos". La idea se le ocurrió cuando, mientras preparaba "Fausto", se dio cuenta de que ésta tenía numerosas conexiones con la obra de Rushdie.
De hecho, en ambos casos los elementos principales sobre los que gira la trama son el ángel y el demonio, la duda y la fe, así como el resurgir de las religiones, las migraciones individuales y la necesidad de adaptarse a las nuevas situaciones.
Según Laufenberg, la obra, que se presentará ante casi 370 personas, contribuirá a que el público general pueda entender un "libro que ha sido condenado, perseguido y satanizado, sin que se sepa realmente de qué va". "Algunas escenas son más fáciles de entender si las representan actores", dijo.
Pese a que las reacciones no han sido especialmente duras en Alemania, ya se han dejado oír las primeras críticas. El Consejo del Islam en Alemania calificó de "provocación" el estreno. "Aparentemente, cada vez está más de moda agraviar al islam", dijo su presidente, Ali Kizilkaya.
La libertad artística y la cultura son "un bien importante" pero por delante queda siempre la necesidad del respeto, dijo. "Yo entiendo que se lleven a cabo protestas en el marco del Estado de derecho", subrayó a la vez que recalcaba su absoluto rechazo a cualquier protesta violenta.
Por su parte, Aiman Mazyek, presidente del Consejo Central de los Musulmanes, pidió jpu serenidad ante esa obra que según opinó en una entrevista de la Radio Multikulti de Berlín-Brandemburgo, sigue siendo ofensiva contra los musulmanes de todo el mundo, que según él, a pesar de ello están en contra de la censura.