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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 01:52
LONDRES.- Julia Elisabeth Wells, más conocida como Julie Andrews, saltó a la fama gracias a dos encantadores musicales donde desempeñó papeles que la inmortalizaron: “Mary Poppins” y “La Novicia rebelde”.
Claro que antes de dar con esos roles angelicales, la actriz británica pasó literalmente una temporada en el infierno, según revela en su última biografía.
“Home” es el nombre que la artista le dio a sus memorias, donde no sólo cuenta el pavor y la inexperiencia que la abatían mientras intentaba conseguir su primer papel en el teatro, si no también lo que ocurría cada vez que bajaba de las tablas.
A juzgar por los papeles protagonizados en el cine, su imagen de “alta alcurnia” y esa estampa tan británica que refleja Andrews, se podría pensar que su vida fue siempre “color de rosa”, pero es ella misma quien desvanece esa propia imagen.
Mucho antes de “Mary Poppins” y “La Novicia Rebelde”, Andrews comenzó a actuar y cantar en los teatros londinenses cuando tenía más o menos 9 años.
En ese periodo su familia era bastante pobre, según contó a "Newsweek". Su madre la separó de su padre a los cuatro años y su padrastro era un alcohólico que en más de una ocasión intentó abusar de ella.
La bebida, además, también se apoderó de su madre, quien borracha le confesó que su padre real no era aquel que ella veía de vez en cuando, si no que nació de una relación extra marital con un hombre que no conoció.
Así, Andrews, sin una figura paterna real, con una madre y un padrastro alcohólico debe tomar las riendas de la familia y hacerse cargo de ella a los 14 años.
Hoy, a los 73 años, la actriz asume con naturalidad estos sufrimientos. Sin embargo, dice sentirse sorprendida por la manera en que los medios han tomado su historia.
"Yo nunca sentí pena por mí, son los medios, el 'show bussines', quienes se 'prenden' con el tema y le dan hincapié a la modesta situación de mi infancia”, señaló.
