EMOLTV

Lalo Schifrin, un argentino que se ganó Hollywood con una "Misión imposible"

Compositor de numerosas bandas sonoras, entre ellas "Harry el sucio" y "Bullitt", el músico nacido en Argentina se ha paseado por un gran número de fronteras musicales.

09 de Abril de 2008 | 12:47 | AP
imagen

Lalo Schifrin y su inseparable piano, donde ha compuesto destacadas bandas sonoras.

AP
MÉXICO.- Pocos músicos tienen la habilidad de componer piezas sinfónicas, clásicas, de cámara, de jazz, mezclarlas y a la vez crear famosas bandas sonoras para el cine y la televisión, como lo es el inconfundible tema de "Misión imposible".

El argentino Lalo Schifrin es uno de esos virtuosos que "ve" la música en su interior y simplemente no puede evitar escribirla. Una mezcla de suerte, designio del destino, mucha pasión, estudio y disciplina podrían explicar la gran cantidad, complejidad y diferencia entre sus partituras.

Aún hoy directores de orquesta, destacados jazzistas, cineastas y hasta líderes políticos, como el sultán de Omán o la ex reina de Hawai, lo buscan e interpretan en distintos rincones del planeta.

"(El escritor) Jorge Luis Borges dijo que el destino y la suerte son primos. Eso se puede aplicar al éxito que tuve con 'Misión imposible'", dijo el músico a la AP en una entrevista reciente desde su casa en Los Angeles.

"Es loable saber que no solamente en mi generación (conocen mi música), sino que la gente joven la conozca. Es un puente a través del tiempo con el que me puedo comunicar a todo el mundo", afirmó pausadamente sobre cómo se explica la extensa fama del tema, que en un principio se contempló sólo para la televisión y ahora es parte del éxito de taquilla homónimo protagonizado por el astro Tom Cruise.

Schifrin, seis veces nominado al Oscar y ganador de cuatro premios Grammy, no teme que la popular pieza, referente ideal a la hora de describir una situación difícil, opaque su vasta producción. "No me puedo quejar, soy muy afortunado de tenerla", reconoció.

Beethoven y los Beatles

Por supuesto, el proceso creativo a la hora de componer para el cine o para orquestas es distinto, aunque sus días comienzan más o menos igual. Siempre se levanta temprano, desayuna, cruza el jardín hasta el gimnasio que tiene en la parte trasera de su casa, no sin antes pasar por la estantería donde tiene su colección de discos compactos, acomodados por orden alfabético, donde Beethoven está al lado de los Beatles, y elige algunos.

"Yo oigo todo tipo de música. No sé cuántos discos compactos tengo... a veces busco uno para la clase de día que me espera... para darme gusto", detalló. Al componer, "a pesar de que las técnicas son similares, la inspiración para el cine y la televisión viene de la pantalla, viene del exterior, viene de afuera. En cambio... todo lo demás viene desde adentro", explicó.

Y es que su cerebro no se detiene: "Hay muchos motivos para mezclar sonidos en la mente. Yo los escucho internamente, todo el tiempo, a través del oído interior que está siempre haciendo experimentos. Luego pongo en papel lo que escucho por dentro y después la satisfacción es poder compartirlo con el público".

Además de la popular saga de acción, Schifrin ha compuesto la música de por lo menos 100 películas, entre ellas cuatro de las cinco "Harry el sucio" de Clint Eastwood, las tres de "Una pareja explosiva" y "Bullit", considerada un icono que sentó las bases para las escenas de persecuciones de autos como las conocemos hoy.

Otro centenar de producciones suyas acompañan distintas series de televisión. Sin embargo, pese a su trayectoria, el pianista no está seguro de ser quien abrió las puertas para que otros artistas, como su compatriota Gustavo Santaolalla, hayan tenido éxito en Hollywood y ganado dos Oscar (por la música de "Secreto en la montaña" y "Babel").

"Eso no lo sé... me gustaría conocerlo", indicó sobre el músico y productor. El hecho de que sólo haya sido nominado y nunca haya ganado ninguna estatuilla de la Academia no le preocupa en lo absoluto y lo dice con firmeza. "Yo no vine a este mundo para ganar Oscars; yo vine al mundo para hacer música".

Música legal

A sus 76 años no se arrepiente de haber empezado a estudiar leyes antes de dedicarse por completo a la música: "Al menos me sirvió para aprender a leer los contratos", dijo con humor.

Su formación comenzó en el terreno clásico con clases de piano, que tomó desde muy pequeño para seguir el ejemplo de su padre Luis Schifrin, concertista de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.

Más tarde viajó a París, donde estudió gracias a una beca. Allí tuvo contacto con el mundo del jazz y de inmediato supo que podía mezclar la música clásica con este género, que a diferencia del primero se aleja de la rigurosidad y siempre tiene espacio para la improvisación.

Luego regresó a Argentina, donde lo escuchó el legendario trompetista estadounidense Dizzy Gillespie, quien le pidió que se convirtiera en su arreglista. Eso lo marcó para siempre.

"Aprendí muchísimo... era un hombre con un gran sentido del humor, muy generoso. Fue una verdadera experiencia humana haber podido trabajar con él, pero también fue un desafío, el más grande. Yo siento que tengo la obligación de expandir sus ideas", dijo con transparencia.

Cantantes como la mítica Ella Fitzgerald o Ray Charles también cantaron bajo su dirección. "Ella quiso grabar un disco conmigo dedicado a algunas de mis obras que no tenían letra, pero desgraciadamente murió antes de que el proyecto se pudiera realizar", rememoró.

Y aunque no es tan conocido, en su lista de las mejores colaboraciones de su carrera figura la que recién hizo con su hijo menor Ryan, que denominó como algo "hermoso". "Él sabe mucho de cine, así que cuando trabajo con él a pesar de la diferencia de edad y de que es mi hijo menor le tengo muchísimo respeto porque él sabe exactamente qué es lo que quiere".

La lista de satisfacciones la corona el concierto que dirigió con una pieza suya, "Cantos aztecas", en Teotihuacán, México, frente a las míticas Pirámides de la Luna y el Sol ante unos 12.000 espectadores y con el tenor Plácido Domingo como solista. "Fue una de las noches más grandes de mi vida", enfatizó.

Como si fuera poca su producción, el arreglista acaba de culminar una autobiografía, "Lalo Schifrin: Mission Imposible, A Life in Music", que saldrá a la venta este verano.

Su vigencia puede comprobarse a finales de esta misma semana, cuando la Orquesta Filarmónica de las Américas toque en Nueva York su "Concierto Caribeño" y en Noruega estrenen mundialmente su pieza "Tangos concertantes para violín y orquesta" mientras él dirige a la Orquesta Sinfónica de Londres.

"Si tuviera que definir la música diría que es un lenguaje universal. Todos los aspectos de la actividad humana están, se pueden expresar a través de la música, han sido expresados y seguirán siendo expresados de esa forma" y allí radica su importancia. ¿Siente que ha sido tocado con un don? "Si es un don quiere decir que alguien con mayúscula me lo dio", reflexionó. "No soy un fanático de religión ni mucho menos, pero por otro lado creo en Dios y siento que es gracias a esa existencia que escucho música, veo las estrellas, el mar, siento el amor de mi mujer, que estamos casados ya por 32 años, todo eso es lo que me ha tocado".

Link relacionado

http://www.schifrin.com
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?