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El clásico "Fausto" de Goethe cumple 200 años

El primer libro popular sobre el mito del doctor Fausto fue publicado en 1587, en un prólogo en el que advertía de que había dejado de lado fórmulas mágicas que evitarían la brujería.

10 de Abril de 2008 | 16:20 | EFE
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Johann Wolfgang Goethe, escritor alemán.

El Mercurio
Berlín.- La publicación de la primera parte del "Fausto” de Johann Wolfgang Goethe, el clásico alemán por excelencia, cumple 200 años durante los que ha acompañado incesantemente la vida intelectual de gran parte del mundo.

En realidad, el aniversario es impreciso. El “Fausto” no quedó terminado en 1808, la segunda parte sólo sería publicada en 1833, un año después de la muerte de Goethe, y el mito del sabio que pacta con el diablo estaba vivo aún antes de que el autor de “Werther” le diera forma y lo convirtiese en la obra cumbre de la literatura alemana.

Desde el siglo XVI, la historia de un tal Johann Faust había sido aprovechada por autores de obras para el teatro de marionetas y había servido además para inspirar leyendas populares.

El primer libro popular sobre el mito del doctor Fausto fue publicado en 1587 por Johannes Spiess en un prólogo en el que advertía de que había dejado de lado una serie de fórmulas mágicas, para evitar que quienes tuvieran el libro entre sus propiedades fueran acusados de brujería.

Goethe trabajó prácticamente toda su vida sobre el mito de Fausto. En 1773 escribió una primera versión, conocida actualmente como el “Urfaust” (Fausto original) que no fue publicada sino muchos años después de su muerte.

En 1790 hizo un intento inacabado y al menos a partir de 1800, tomando probablemente como base el “Urfaust,” empezó a darle forma definitiva a lo que hoy es la primera parte de la tragedia.

La obra estuvo terminada y lista para entregar a la imprenta ya en abril de 1806 pero las guerras napoleónicas demoraron dos años la publicación.

En todo caso, más allá del mito, algo que se observa en la obra es un ansia de totalidad tal vez sólo comparable a la que se observa en la “Divina Comedia”