Cada uno hizo su pequeña romería personal desde su lugar de origen para armar el grupo. El cantante y guitarrista Carlo Fiore es de Concepción. El organista y acordeonista Eduardo Bugmann, de Florida, no lejos de ahí. Porteño de Talcahuano es el saxofonista y clarinetista César Chachi Baeza. El contrabajista Boris Cea llegó desde Temuco. El baterista Jaime Lucky Carvajal nació en Tomé, la tierra de Cecilia, y el percusionista Francisco Bascur en Angol.
El sur chileno es el denominador común. Y ahora la romería del grupo ha terminado por llegar a Santiago, fiel a su nombre itinerante: La Romería de Santa Fortuna es el elenco que va a sumar pespectiva sureña a la fusión de sonidos latinos, gitanos y folclóricos prendida a modo de carnaval en la nación durante los últimos años. Este fin de semana estarán presentando en directo en la capital su disco Salud y fortuna (2008), editado por el sello Alerce, que ya fue lanzado el 4 de abril, al aire libre en el foro de la Universidad de Concepción.
-El público al que estamos apuntando es el universitario, el que más disfruta con la música de la Romería, que es bien prendida -define el saxofonista César Baeza, cuyo grupo ya lleva cinco años en el camino, con un disco previo, La Romería de Santa Fortuna (2005), y una canción popularizada a modo de himno, "La santita". "Es por todo lo que dice la canción", explica el cantante Carlo Fiori, "que tiene que ver con lo que pensamos respecto de la música. Es como una plegaria, de la fe que tenemos para seguir viajando y tocando por todos lados".
-¿Cómo ha cambiado la música del grupo en estos viajes?
-La inclusión de instrumentos acústicos ha sido importante para las nuevas composiciones: harta guitarra acústica, contrabajo, percusión, acordeón -dice el bajista Boris Cea-. El estilo es el mismo pero tocado con diferentes instrumentaciones. Al comienzo era bien rockero el formato.
-La Romería nació como una banda sin letras, sin cantante -explica Fiore-. Luego fuimos incluyendo nuevos instrumentos. En este nuevo disco hay boleros, hay romanticismo, hay temas instrumentales.
-Se abre mucho más a la música popular -agrega Francisco Bascur, el percusionista-. Hay un componente bien típico de la zona (de Concepción), con rancheras, pero también hay cosas de la música universal: bolero, rumba, cumbia, merengue, cosas afro-latinas, la música gitana.
El efecto capitalino: la Romería en la micro
Pero si La Romería de Santa Fortuna toca música gitana, aclaran que no es exactamente por músicos balcánicos como Emir Kusturica o Goran Bregovic, que son una influencia fuerte en varios grupos similares. O al menos no fue así desde el comienzo.
-Es algo que teníamos en nuestra vidas desde chicos -dice Fiore-. Por ejemplo, Sandro, en los '70, en los '80.
-Camilo Sesto igual tocaba ese tipo de música -agrega Baeza.
-Y Zalo Reyes -menciona Cea.
-Y lo callejeros, el andar callejeando, también nos da eso -asegura el cantante, que a propósito recuerda la primera venida del grupo a Santiago, hace dos años-. Tocamos en La Batuta y nadie nos conocía. Fue un día miércoles, había como diez personas y el lunes no teníamos ni uno para volvernos a Conce, ni para comer. Entonces tuvimos que salir con Eduardo (Bugmann, el acordeonista) a tocar a las micros. Y nos fue súper bien, ganamos caleta de plata, fuimos a La Piojera y ahí descubrimos un mundo nuevo.
-Al tiro se ve la revolución de la gente, de la alegría que les provocas, de cómo te tratan –recuerda Bugmann-. En Conce no es lo mismo la reacción en las micros.
-Pero en Santiago eso sería antes, con las micros amarillas. ¿O con las nuevas igual?
-No, igual. De hecho ahora tienen escenario (risas).
-Es que en Conce los choferes no tienen esa cultura que tienen los de acá, que son los mismos de las micros amarillas y todavía te dejan subir -distingue Fiore-. Así que un agradecimiento a la gente que da espacio a los que viven tocando música en la calle. Y un tirón de orejas para los choferes de Conce.
El efecto sureño: la Romería en el Metro
El grupo ha participado además en el proyecto de giras musicales Sismo, organizado por el Ministerio de Cultura, con el que el ha ido a actuar en localidades tan distantes como Dichato o Machalí.
-Y ahí (el público) ya son niños, son gente adulta, o viejitos que dicen "Oye, que tocan bonito" -recuerda Bugmann-. Porque el grupo igual evoca unos sonido de otros tiempos.
-Y después está la otra tendencia, que es más estudiantil, otra parte de la sociedad -compara Cea-. Hay conexiones, estamos en los dos mundos, nos paseamos para allá y para acá siempre. Tenemos un rollo que es la mezcla con lo árabe, lo andaluz, que ha estado presente desde siempre en la música chilena, desde en las cuecas y hasta en Cecilia (la cantante de la Nueva Ola), también.
-Cecilia es de la zona, aparte.
-Claro, aquí tenemos al hijo ilegítimo -dicen, a propósito de Carvajal, que es hijo de Tomé al igual que la diva de "Baño de mar a medianoche"-. Noten el parecido.
-¿Conocen a otros grupos afines a Santiago?
-Con (La) Mano Ajena y La (Banda) Conmoción hemos tocado, con La Patogallina (Saunmachín) también. Con Juana Fe no hemos tocado pero tenemos un contacto. Hay una amistad, dos de ellos no ayudaron a grabar unas voces. Es un circuito bien cercano y hay lazos.
-¿Y hay diferencia con La Romería de Santa Fortuna por ser del sur?
-No, bien. Más guasamacos, no más.
-Éste anda haciendo parar el Metro, no más (risas). Y después se baja y dice "gracias".