LONDRES.- La primera galería de arte botánico del mundo abre sus puertas esta semana en los famosos Kew Gardens de Londres, donde en un nuevo edificio de arquitectura sofisticada el público podrá conocer, por ejemplo, cómo eran algunas de las plantas que ya están extinguidas.
La nueva galería, que nace con el objetivo de convertirse en el centro mundial del arte botánico, se nutre en su primera exposición permanente de las colecciones de esos conocidos jardines londinenses y de la doctora Shirley Sherwood, cuyas obras abarcan desde ilustraciones del siglo XVII a obras de arte contemporáneas.
Por una parte, la exposición ofrece una mirada a la historia del arte botánico desde sus inicios, cuando naturalistas como Maria Sybilla o Merianne North pintaron plantas y flores de todo el mundo al servicio de su estudio científico.
Botánicos, taxonomistas, historiadores y demás investigadores han encontrado en ellas una herramienta científica útil para conocer cómo eran los paisajes naturales del pasado y, sobre todo, para saber qué aspecto tenían algunas de las plantas y flores que hoy en día ya se han extinguido.
Sin embargo, y al margen de su intencionalidad y utilidad científicas, los dibujos de plantas y flores de siglos anteriores son a su vez perfectas obras de arte que comparten espacio en la nueva galería con ilustraciones de autores contemporáneos.
La mayoría de estas últimas pertenecen a Shirley Sherwood, quien colecciona obras de arte botánico desde 1990 y posee sin lugar a dudas la colección privada de estas piezas más importante del mundo.
Con obras de 200 artistas procedentes de 30 países distintos, la colección de Shirley Sherwood corrobora el renacimiento de este tipo de arte gracias a la aparición de una ola de pintores botánicos contemporáneos, liderada por GD Ehret y los Bauer Brothers.
El edificio construido para alojar la nueva galería supone una obra arquitectónica de gran complejidad, aunque su apariencia exterior pueda hacer pensar lo contrario.
Una de los dos arquitectos que han diseñado la galería, Cindy Walters, explicó hoy a Efe en la presentación de la galería a la prensa que el nuevo edificio permite controlar con precisión la temperatura, la humedad y los niveles e intensidad de la luz que hay en su interior.
La fragilidad de las obras expuestas, que en algunos casos "no habían salido de la biblioteca desde hace 60 ó 70 años" según Walters, convirtió el control de las variables ambientales en una condición "sine qua non" del nuevo edificio, que sin embargo debía ser funcional y atractivo a la vez.
Y aprovechar, además, la espectacularidad del entorno en el que se erige.
Por ese motivo, la galería responde al concepto de "una caja dentro de otra": existe un espacio -flexible y adaptable- dedicado a la exposición de piezas de arte y otro orientado hacia los jardines, que pueden verse a través de las paredes de cristal del exterior del edificio.
El otro gran reto a la hora de levantar el edificio fue cómo conectarlo a la adyacente Marianne North Gallery, una edificación de estructura victoriana que aloja las ilustraciones científicas que esa famosa naturalista donó a los Kew Gardens a mediados del siglo XIX.
Walters destacó la "necesidad de enlazar físicamente los dos edificios" y seleccionar los materiales adecuados para facilitar así el "contraste de experiencias" de los visitantes, que pueden acceder a la Marianne North Gallery desde el interior de la nueva galería y casi sin darse cuenta.
La galería, que acogerá tres exposiciones cada año dedicadas al arte botánico, contribuirá a la lucha por la conservación de las especies vegetales desde el mundo de la ciencia en un momento en que se prevé la extinción del 25 por ciento de plantas con flor durante los próximos 50 años.
Con 132 hectáreas de jardín, los Kew Gardens de Londres, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reciben anualmente 1,3 millones de visitantes que a partir del 19 de abril podrán visitar también la primera galería de arte botánico del mundo.
Sitio web:
http://www.kew.org/