Paltrow recibió un Oscar en 1999 por ''Shakespeare in Love''.
AgenciaBERLIN.- La actriz estadounidense Gwyneth Paltrow, que consiguió fama internacional como la musa de Shakespeare, se convierte en su próxima película, "Iron Man" -que se estrena esta semana en la mayor parte del mundo-, en una heroína de cómic.
Paltrow recibió un Oscar en 1999 por "Shakespeare in Love", y a sus 35 años está casada con el cantante de Coldplay, Chris Martin, tiene dos hijos y vive en Londres. En conversación con dpa habla sobre su papel en "Iron Man" junto a Robert Downey Junior, del efecto liberador de un Oscar y del candidato demócrata estadounidense Barack Obama.
Usted es famosa por las filmaciones de libros. ¿Cómo decidió rodar la historia de un cómic?
"De lo que se trata es de hacer buenos trabajos con gente buena, el género me da igual. (El director de "Iron Man") Jon Favreau me llamó y me dijo que estaba haciendo una película basada en una antigua historieta anticomunista. Dijo que el contenido daba mucho de sí y que era una buena metáfora. El reparto, con Robert Downey Junior, Jeff Bridges y Terrence Howard, me convenció. Me dije ’No puedes rechazarlo sólo porque sea un film de acción’".
¿Lee usted cómics?
"No, en realidad no. Los trabajadores de Marvel me enviaron un ejemplar gordo con los cómics. Así conocí a mi personaje Pepper Potts, quería saber quién era y cuál era su historia. Así se puede llevar mejor el personaje de su bidimensionalidad a la tridimensionalidad. Y los fans analizan mucho cómo están armados los personajes, eso hay que respetarlo. Y es por supuesto un honor interpretar a un personaje tan importante para los fans del cómic".
Con apenas 26 años recibió un Oscar. ¿Un éxito tal tan pronto no es una bendición y una maldición a la vez?
"No, no para mí. Me dio por el contrario una libertad interior total. Es por supuesto un honor que la gente te reconozca, pero al fin y al cabo también es una especie de ilusión. Se le da tanta importancia al Oscar que es algo ya un poco fantástico. Al final de la vida no significa nada. Es importante cuando quieres ser conocida como actriz, pero en la vida real es una ilusión. Cuando se gana un Oscar, eso transforma tu ambición. Para mí fue liberador, podía hacer lo que quería. También es así cuando se escala el Everest, luego no te pasas la vida queriendo volver a subirlo".
¿Cómo conjuga su vida familiar con la actuación?
"Se pueden hacer las dos cosas. Naturalmente mi familia es la prioridad. Mientras mis hijos sean pequeños no quiero estar en películas en las que tenga que trabajar todos los días y no pueda verlos. Se trata de un equilibrio, ellos son mi prioridad y si recibo cada tanto un papel interesante, entonces es genial. En el caso de "Iron Man" viví en Los µngeles en la casa en la que crecí y trabajé dos o tres días a la semana, fue perfecto".
¿A quién apoya en la campaña presidencial estadounidense?
"Por supuesto a Obama, sin duda. No es que no crea que Hillary (Clinton) es una mujer fuerte e inteligente, pero creo que Estados Unidos necesita un auténtico cambio. Considero a Obama tan inspirador y prudente. Si se convierte en presidente, sería un mensaje excelente para el mundo. Eso querría decir que la mayoría de los estadounidenses no están contentos con dónde está el país ahora y lo que le hemos hecho al mundo en los últimos ocho años".