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Pablo Simonetti dice que no hay nada menos razonable que un amante

El escritor presentó en la feria del libro de Bogotá su última novela "La razón de los amantes".

03 de Mayo de 2008 | 13:27 | EFE

BOGOTÁ. - El escritor chileno Pablo Simonetti presentó hoy en Bogotá su última novela “La razón de los amantes,” que aborda un triángulo amoroso y que según el autor lleva un título irónico, ya que “no hay nada menos razonable que un amante,” que se mueve por la pasión.


En esta nueva obra de Simonetti -después de “Madre que estás en los cielos,” que va en quince ediciones- desfila la vida de pareja de Laura y Manuel, en la que irrumpe Diego Lira.


La historia transcurre en tiempos del ascenso al poder del presidente Ricardo Lagos, primer socialista en gobernar Chile después del doloroso recuerdo de Salvador Allende un cuarto de siglo antes y en medio de la caída de las empresas punto com.


El significado


El novelista declaró en entrevista con Efe que el título de la obra “tiene doble significado.”"La razón de los amantes, la causa de los amantes. Yo creo que la causa de los amantes está en encontrar una idea de futuro. Cuando vamos en busca de un amante es porque no estamos encontrando esta idea de futuro dentro de la pareja,” explicó.


Pero aclaró que “el título es irónico porque nada menos razonable que un amante.”"Podríamos hablar más bien de la sinrazón de los amantes, que se dejen llevar por la pasión,” señaló al respecto.


El escritor, nacido en 1961, estudió ingeniería civil y se especializó en industrial en Estados Unidos, obtuvo una maestría y trabajó en la empresa privada antes de dedicarse de lleno a la literatura.


Simonetti explicó que “Laura y Manuel están en un presente, forman una fotografía como familia y de repente son golpeados como por un rayo del destino, que es Diego Lira, que no sólo es el destino, sino también el futuro".


Simonetti considera que “la rutina se busca porque aplaca las ansiedades y aplaca los miedos,” mientras que “el futuro produce exactamente lo contrario: despierta las ansiedades y despierta los miedos, junto con las expectativas que son las que nos mueven, las que nos hacen sentir vivos”.


Para este autor chileno “la pareja tiene esta tendencia a anquilosarse como una búsqueda de refugio, de tranquilidad, de un espacio donde tengan un grado de control.”Pero “después uno se lo cobra a la pareja, porque dice, bueno, en este espacio de control no tengo una idea de vida y la vida está por delante,” señaló al respecto.


El escritor indicó que su narración “avanza como por un desfiladero, por un paso angosto” y “da cuenta de la ansiedad, de las expectativas y de los miedos de los personajes.”En cuanto al momento histórico que eligió para la novela, manifestó que “está en absoluta concordancia con la historia que había en los personajes.


La pequeña historia de Laura, Manuel y Diego ilumina la gran historia, toman decisiones movidos por la corriente del tiempo que les toca vivir.”"La novela -agregó Simonetti- comienza en 1999, cuando enfrentábamos el futuro, el siglo XXI. La gente piensa que su vida va a cambiar, que la tecnología le va a llevar a un nivel de poder distinto al que tenía. Pero al mismo tiempo se cree que es el advenimiento del Apocalipsis, de la crisis de los computadores por el cambio de siglo y ese día se van a caer los aviones.”


Política y proyectos


"Y en lo político, (encontramos a) Chile nuevamente parado en una situación: el general Augusto Pinochet, gobierno de transición democrática y por primera vez una posición bipolar ante el futuro inmediato: socialistas o conservadores, Ricardo Lagos o Joaquín Lavín. El futuro producía grandes expectativas o grandes miedos,” expresó.


Pablo Simonetti reveló que ya tiene otra novela en marcha. “Llevo una cantidad de páginas interesante, unas 70. Cuando ya pasa de eso, la novela tiene vida. Lo único que puedo decir es que son intuiciones, barruntos, razones, aunque no sé sus proyecciones y, aunque no será autobiográfica, sí toma el mundo que conozco.”El autor viajará mañana a presentar su libro en Lima y luego hará lo propio en México, desde el 6 de mayo.