Esta vez sí vinieron los músicos creadores de I see you baby.
El MercurioSe supone que en la bolsa de valores de la música electrónica los rostros dan un poco lo mismo (que lo diga Daft Punk), pero lo que sucedió en el Arena Santiago con el concierto del dúo inglés Groove Armada, contradijo ligeramente esa opinión. Tras el papelón que los implicó en 2004, cuando su nombre copó carteles como plato fuerte del festival Creamfields, y al escenario sólo arribaron sus músicos, Andy Cato y Tom Findlay estaban con el marcador en contra.
Remontaron como los grandes números de la electrónica saben hacerlo, ofreciendo un espectáculo diseñado para envolver los sentidos: tres pantallas de alta definición, luces de primera (incluyendo el veterano pero siempre bienvenido rayo láser), y sonido perfecto para sus beats bailables, con resabios de funk y reggae.
Aunque Cato y Findlay se recluyeron tras las máquinas, dejando el centro del escenario a dos vocalistas y cuatro músicos, fueron los motores de un concierto que tuvo sus mejores momentos en los éxitos "I see you baby", en una versión bastante más ruda y enérgica que la original, "Superstylin", y "Chicago". Así el Arena mutó en gigantesca pista de baile, y el público chileno olvidó el gato por liebre de Creamfields.