LOS ANGELES.- La cantante Britney Spears abandonó risueña la corte de Los Angeles este martes tras recobrar su derecho a pasar más tiempo con sus hijos, en una audiencia a puerta cerrada donde volvió a encontrarse con su ex esposo Kevin Federline.
La ídola juvenil, que fue dos veces hospitalizada este año por problemas mentales, salió contenta de la Corte, pero sin decir ni una sola palabra sobre la resolución de una audiencia destinada a recuperar parte del régimen de visitas de sus hijos, Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno.
Spears había ingresado unas tres horas antes al tribunal tranquila y acompañada por su abogado Blair Berk, un letrado de alto poder en la ciudad de las estrellas. El ex esposo de Spears, Federline es quien posee desde el año pasado el derecho de custodia física y legal de los niños.
La cantante de 26 años ingresó al tribunal sin decir una palabra a los fotógrafos apostados a las puertas de la Corte Superior de Los Angeles, donde la esperaba el juez Scott Gordon, quien le solicitó que confirmara en voz alta su nombre, indicaron fuentes en la sala.
Spears y su ex marido, el bailarín y rapero Kevin Federline, protagonizan desde el año pasado una amarga disputa judicial sobre la custodia de sus hijos. A Spears se le prohibió el acceso a sus niños a principios de enero, luego de un incidente en el que fue retirada a la fuerza de su hogar y hospitalizada tras negarse a entregarlos a los guardaespaldas de su ex marido.
El padre de la artista, Jamie Spears, posee por ahora el control de las finanzas de su hija, sobre la base de un fallo de un tribunal que estimó que la joven estrella del pop padece problemas mentales que le impiden asumir el control de sus pertenencias.