Aznavour quiso empezar la noche hablando del tiempo. "Le temps", una canción del año '64, fue la primera de la actuación con la que el cantante francés vino a Santiago en su gira de despedida de los escenarios. Y el tiempo es también el sentido que aparece una y otra vez en su concierto, en una emocionante serie de canciones que hablan de edades, de generaciones y de historia.
A los 83 años, Aznavour no está anclado en las glorias de ayer ni mucho menos. En el repertorio hay composiciones de todas sus épocas; desde luego las más conocidas en Chile, que corresponden a los años '60 y parte de los '70, cuando con mayor frecuencia grabó en español, pero también otras recientes como el dueto con su hija Katia Aznavour en "Je voyage" (2003), o "Dime que me amas", de su nuevo disco Colore ma vie (2007).
El tiempo ha transformado esta música. Un grupo de nueve instrumentistas y dos coristas le permite recrear con versatilidad sus éxitos, y una canción como "La mamma", con un original sobrecogedor, hoy es una rumba marchosa, mientras en "El barco ya se fue" se oye a un íntimo Aznavour a solas con el piano. La mayoría del repertorio es en francés, pero incluso si en la traducción de "Apaga la luz" aparecen de repente expresiones tan inesperadas como "frenesí" o "sin más dilación", el cantante cala hondo con ése y otros éxitos en español, entre "Te esperaré", "De quererte así" o "¿Quién?", que despertó un grito femenino casi de fans club entre la audiencia.
La canción de Aznavour
Charles Aznavour encarna el modelo completo del cantante popular como se ha conocido por décadas. Las suyas son muchas veces composiciones de dos minutos o menos, que confirman que la canción es un género en sí misma, distinto de la poesía: son canciones, emociones encerradas en las pocas palabras que caben en un estribillo y dos o tres estrofas sobre cosas sencillas.
Él pone además una situación en escena. Baila consigo mismo. Bromea si se le llega a olvidar alguna letra. "Non je n'ai rien oublié" ("No, no se me ha olvidado nada") se trata de un encuentro casual de dos ex enamorados que le da pie para dialogar con una mujer imaginaria entre elocuentes movimientos de manos y expresiones de cara, los mismos que luego reaparecerán en "La bohème", cuando Aznavour busque sin éxito su vieja casa de juventud y termine arrojando con desgano un pañuelo blanco, o en "Les deux guitares", cuando ya ebrio de una fiesta gitana se vaya de la escena entre tambaleando y bailando a sus 83 años. Él hace eso a menudo: sale y vuelve a entrar, para que los aplausos sean el doble de grandes y merecidos.
También a menudo la canción de Aznavour habla de no ser joven. Incluso cuando sí era joven cantó sobre eso. "Ésta es la primera canción que escribí completa, con letra y música: la música la hice a los dieciocho años, y la letra veinte años más tarde", dijo antes de emocionar con "Sa jeunesse" y su brindis por la juventud perdida. "Quién?", con el verso "yo tengo el doble de tu edad", es una variación sobre el mismo tema. Y dos ejemplos bastan para ver qué otros diversos asuntos le interesan. En "Comme il disent" sabe qué ademanes exactos hacer para cantar en primera persona la historia de un travesti sin rozar ni por casualidad la caricatura, y en "Mon émouvant amour" se las arregla para emocionar de nuevo al hacer la traducción simultánea de la letra con movimientos de manos y de paso enseñar a la audiencia el lenguaje de los sordos.
Aznavour sonríe poco y nada en el escenario. Su expresión es siempre la de un triunfador sobrio, casi a su pesar, que disfruta más el deber cumplido que la ostentación de su dominio innegable. Por lo demás muchas de sus canciones son tristes, como la balada "Un vie d'amour" que canta casi al comienzo, o como el éxito universal "Venecia sin ti" que se guarda para el gran final. O como la canción "Il faut savoir" ("Hay que saber"), que es un inventario de todo lo que hay que saber para enfrentar el dolor de una separación con entereza, pero que termina con la confesión personal de Aznavour: "hay que saber: y yo no sé". Es cierto que no cantó "Avec", ni "Et pourtant", ni "L'amour c'est comme un jour" ni "Mourir d'aimer" ni "Isabelle", pero no importa. Títulos más o menos, Aznavour vino a demostrar cómo es el cantante universal, y para eso hay que saber. Y él sí sabe.
Las canciones
Le temps (1964, del disco Hier encore).
Paris au mois d'août (1966, del disco La bohème).
Te esperaré ("Je t'attends", 1963, del disco La mamma).
Une vie d'amour (1981, de la película Teheran 43).
La mamma (1963, del disco La mamma).
El barco ya se fue (1987, "Les bateaux son partis", del disco Aznavour).
Je voyage (2003, del disco Je voyage).
She (1974, del disco A tapestry of dreams).
Dime que me amas (2007, del disco Colore ma vie).
Désormais (1969, del disco Désormais…).
Sa jeunesse (1957, del disco Bravos du music hall).
De quererte así (1966, "De t'avoir aimée", del disco De t'avoir aimée).
Non je n'ai rien oublié (1971, del disco Non je n'ai rien oublié).
Ave Maria (1978, del disco Un enfant es né).
Apaga la luz (1967, "Éteins la lumière", del disco Entre deux rêves).
Il faut savoir (1961, del disco Il faut savoir).
Hier encore (1964, del disco Hier encore).
Mon émouvant amour (1980, del disco Autobiographie).
Y yo en mi rincón (1966, del disco De t'avoir aimée).
Comme ils disent (1972, del disco Idiote je t'aime).
Les deux guitares (1960, del disco Je m'voyais déjà).
Quién ("Qui", 1963, del disco Qui?)
La bohème (1966, del disco La bohème).
Emmene-moi (1967, del disco Entre deux rêves).
Venecia sin ti (1964, del disco Hier encore).