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Película argentina "La sangre brota" recibe galardón de estudiantes en Cannes

La cinta de Pablo Fendrik consiguió el Premio de la (Muy Joven) Crítica, mientras que la bosnia "Snijeg" se llevó el principal galardón de la Semana Internacional de la Crítica.

23 de Mayo de 2008 | 15:12 | AFP
CANNES.- La película "La sangre brota", del argentino Pablo Fendrik, fue distinguida con el Premio de la (Muy Joven) Crítica, en el marco de la 47ª edición de la sección paralela del  Festival de Cannes Semana Internacional de la Crítica, cuyo Gran Premio fue para la bosnia "Snijeg" (Nieve), de Aida Begic.

Fendrick expresó su gran satisfacción por este Premio de la (Muy Joven) Crítica, que concede un jurado compuesto por 32 estudiantes franceses y alemanes. "Uno de mis objetivos íntimos y favoritos es precisamente que a los  adolescentes les llegue mi película", expresó a la AFP.

El premio "nos hace sentir jóvenes", bromeó el director bonaerense de 31  años, que estaba acompañado por su productor Juan Pablo Gugliotta, y el actor  Arturo Goetz.

Después de "El asaltante" en 2007, Fendrik repetía en la Semana con el  relato de un taxista sexagenario, su esposa y dos hijos, el mayor instalado en  Houston, que le pide 2.000 dólares en 24 horas para salir de un apuro.

El año pasado, el Gran Premio de la Semana laureó la película argentina  "XXY" de Lucía Puenzo.

En el acto de clausura de la Semana Internacional de la Crítica, en el cine  Espace Miramar de la Croisette, se proyectó este viernes un mensaje en video  del cineasta argentino Fernando Solanas, "embajador" de la presente edición  junto con el palestino Hany Abu-Assad y el francés Romain Goupil.

Solanas, que no pudo desplazarse a Cannes por razones profesionales, saludó  en su mensaje el cine que "sale a revelar la cara oculta de la realidad" y es  un "testimonio lúcido de la conciencia".

Solanas presentó hace 40 años "La hora de los hornos" en la Semana de la  Crítica. Cuando empezaba aquella película, "bajo una dictadura y con todas las  dificultades técnicas (...) salíamos a romper la pasividad, la resignación, la  inercia, la cultura de la derrota del espectador y del ciudadano", recordó.

"Ningún film cambia de un día para otro la realidad, pero son ruedas y  detonadores importantes en la conciencia", apostilló el cineasta, que está  terminando el cuarto de cinco documentales de un gran fresco sobre Argentina.

"La realidad puede ser cambiada hacia una sociedad más libre, más  igualitaria, más justa", concluyó en su mensaje a los espectadores de la Semana  de la Crítica.