José Ribas: "La renovación poética está surgiendo de los blogs"

SANTIAGO.- "Un gran medio no se puede permitir una gran entrevista o reportaje a un creador, sino que atiende a lo inmediato, al producto concreto que en determinado momento salió. Y así el lector no aprende, no puede clasificar, no puede comprender, solamente ve un producto".

La cita corresponde a José Ribas, fundador de la legendaria revista española "Ajoblanco", y con ella sintomatiza un estado actual en el periodismo cultural que califica de "muy malo". Por ello, vaya a continuación nuestra primera advertencia: No será esta entrevista un espacio para reproducir apenas un par de ideas del entrevistado.

Ribas tuvo un reciente paso por Santiago para ofrecer una clínica titulada "Emergencias en el periodismo cultural", un tema que lo ha llevado a exponer su pensamiento al respecto en Argentina, España y otros lugares de Iberoamérica (aquí, al alero del Centro Cultural de España).

Experiencia en el área tiene de sobra: "Ajoblanco" fue una revista independiente que marcó pauta en el periodismo y la sociedad españoles, donde anotó hitos e hizo escuela. "Sin 'Ajoblanco' no existirían todos los grandes creadores de cine, literatura, arte, porque nosotros los empujamos. Pedro Almodóvar y Roberto Bolaño no salieron de la prensa franquista", dice.

La revista nació en 1975 y se editó con pausas hasta 1999. En todo ese período se ubicó no sólo como un importante actor en la cultura de España, sino también en su transición política. Por ello, asegura que el periodismo cultural es más que divulgación: "Es donde se crean los creadores, porque éstos necesitan interrelacionarse, experimentar, comunicar con libertad. Para mí el periodismo cultural es lo que genera cultura".

Ribas asegura ver la marca de "Ajoblanco" en la inmensa mayoría de los nuevos redactores de España, pero siente que el vacío que la publicación dejó nunca fue llenado del todo. "Primero fue ocupado por las revistas gratuitas de tendencias, de las que hubo un gran boom en Barcelona y Madrid. Ahora han sido relevadas por los blogs", analiza, aunque asegura que "internet no es suficiente".

-¿Cómo es tu proceso de navegación por los blogs?
-Llego buscando temas. El gran problema para tener criterio en los blogs, es que previamente has de tener criterio tú. Pero si estás informado, eres lector, en seguida sabes cuando un blog es bueno o malo. Así he dado con muchos blogs de poetas. La renovación poética está surgiendo de los blogs.

-¿Y entre tus favoritos sumas completos desconocidos?
-Sí. Hay gente que te sorprende, y normalmente los contacto. Cuando veo un blog que me interesa intento averiguar quién es la persona y muchas veces la voy a ver, si es que es accesible. Así conozco a gente muy apasionante.

-¿Por qué crees que los blogs no están resultando suficientes?
-Porque el papel es muy importante. Fijas más la idea. La pantalla, el papel, la radio, son complementarios. Yo creo que estamos en una época en que no hay que decir "no" a nada, hay que sumar, darle la oportunidad a todo. Lo importante es que te puedas construir tu propio criterio y tu propia revista, a la carta. Ahora, si en este momento fuera joven haría una revista a nivel latinoamericano, con varios centros, horizontal.

"Los 70 a destajo"

Pero no sólo el devenir del periodismo cultural es lo que ha acaparado la atención de Ribas en el último tiempo. En su calidad de escritor, dedicó la mayor parte de la última década a terminar su libro "Los 70 a destajo", en el que se adentra en los últimos años del gobierno del general Francisco Franco y los inicios de la transición española.

Genéricamente, Ribas califica su libro como "un experimento literario, porque he mezclado géneros. He hecho unas memorias, que en realidad son una crónica, que no es personal, pero que sí lo es. Hay diario, hay confesión, hay crónica, hay memoria".

-¿Cómo has recibido la polémica que el libro ha levantado en España?
-Pensé que habría mucha más. Allí explico la transición española desde la emergencia de los movimientos culturales y sociales, que es lo que realmente pasó. Se habían apropiado de la transición los políticos que la pactaron, que nadie sabía quiénes eran. Hasta el 77 nadie sabía quién era Felipe González. Pensé que habría más polémica, lo que pasa es que ha tenido mucho impacto, porque la gente se ha sentido reconocida y ha revivido lo que realmente vivió. Es un libro muy documentado, que tardé doce años en terminarlo, para que la gente joven de hoy entienda que se pueden hacer las cosas y que queda mucho por hacer.

-¿Esos temas estaban silenciados en España?
-Estaban. Ahora se está hablando más de ellos, y mi libro va a ayudar mucho, porque cronológicamente es muy exacto, he sido muy minucioso, tengo todo el archivo de "Ajoblanco", un diario personal desde los 11 años, y porque he hecho más de 300 entrevistas en estos siete años. Y como la memoria es muy traicionera, he hecho historias de vida a una persona en años distintos y contrastaba.

Ribas espera que la novela sea editada pronto en Chile —"no entiendo por qué no ha ocurrido, si forma parte del contrato que firmé con Emecé", reclama—, o al menos antes de que vean la luz sus próximos proyectos: un libro de crónicas sobre América Latina —"porque me ha cuidado y me ha curado mis neurosis"— y otro sobre "la crisis del modelo Barcelona" y que ya tiene nombre: "Niños malos".