Paulina Zamora y John Milbauer. Esta dupla de pianos opera con efectividad, precisión y sensibilidad.
El MercurioEl Teatro de la Escuela Moderna de Música ha tenido el privilegio de tenerlos como invitados en varias de sus temporadas. Siempre han dado muestras de su notable musicalidad, la que acompañan de una técnica de primer orden al servicio del repertorio que ejecutan.
Otra característica del dúo de pianistas formado por Paulina Zamora y John Milbauer es que en cada programa asombran por la certeza con que abordan obras de inusitada dificultad, resueltas entre otros aspectos gracias a esa especie de complicidad que funciona con sutiles gestos, que señalan pulsos, ataques, corte de frases e intencionalidad de ciertos pasajes.
El programa presentó cuatro obras de autores y estilos muy diferentes, lo que demuestra su versatilidad. El “Concierto en Do mayor BWV 1061” de Johann Sebastian Bach, que dio inició a la jornada, apuntó una ligera desafinación en el piano de Paulina Zamora. Pero no fue obstáculo para mostrar el certero acercamiento que ambos tienen al estilo, destacándose además una elegancia en fraseo y una perfecta claridad de voces, los diálogos y las imitaciones. No sabemos si la desafinación de uno de los pianos influyó en una cierta frialdad de la versión.
Las célebres “Variaciones sobre un tema de Haydn” Op. 56 (Coral de San Antonio) de Johannes Brahms, nos adentraron en el romanticismo, dándole a la obra el peso sonoro requerido por el estilo. Estas variaciones exigen de los intérpretes resaltar una notable paleta de efectos dinámicos, pero considerando el clasicismo del tema creemos que fueron muy bien resueltos. Así mismo nos pareció notable el manejo de las secciones de carácter polifónico, donde le otorgaron a cada voz la intencionalidad necesaria para destacarla.
A través de esta obra nos llevaron desde lo lírico a lo severo, pasando por el virtuosismo propio de Brahms. Cuando en la última variación, donde se vuelve a presentar el tema en una forma muy clara, los pianistas convirtieron sus instrumentos en una verdadera orquesta sinfónica.
El carácter programático de “En Blanc et Noir” de Claude Debussy, fue muy bien explicado por Paulina Zamora. En la pieza su autor nos quiere dar una visión desencantada del tiempo en torno a la Primera Guerra Mundial, lo que a veces da la sensación de un discurso errático, donde se alternan lo grave con lo irónico, junto a lo profundamente dramático, sin desconocer la gran cantidad de sugerencias propuestas, como ocurre en el segundo movimiento. Todos los desafíos técnicos de la obra, fueron resueltos con el mayor éxito.
A partir de ese minuto, sólo nos cabe calificar como una real proeza la interpretación que los pianistas ofrecieron de las “Variaciones sobre un tema de Paganini” del polaco Witold Lutoslawski, quien como para acentuar la leyenda que circulaba sobre Paganini, escribió partes de su obra en forma “endiablada”, convirtiéndola en un verdadero catálogo de dificultades.
Aquí cada ataque, corte, cambio de velocidad o de dinámica, así como la inusitada velocidad de alguna de sus partes, donde se exige una digitación impecable, encontró a Paulina Zamora y John Milbauer en la plenitud de sus condiciones musicales. Derrocharon vigor durante toda interpretación. El público casi atónito, respondió ovacionando a los distinguidos intérpretes.