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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 22:06
BARCELONA.- Con un piano y una guitarra, Rufus Wainwright luchó contra la bruma procedente del mar que aterrizó por sorpresa sobre el parque del Fórum de Barcelona, donde hoy sábado se clausuró la octava edición del festival Primavera Sound, que en sus tres días de conciertos reunió cerca de 60.000 personas.
El artista no tuvo suerte, ya que el escenario al aire libre era un espacio menos indicado, quizás, que uno cerradoi, donde canciones como "California", "Chocolate and milk" o el "Hallelujah" -de Leonard Cohen- hubiesen sonado mucho mejor.
En cualquier caso, Wainwright, homosexual, se mostró encantado de estar en un país donde los hombres se pueden casar, y cuna también de la guitarra que tanto le gusta tocar.
La jornada de clausura estuvo también marcada por la lluvia, que no obligó a suspender ningún concierto -al menos hasta las 23:00 horas locales- y sobre todo por la bruma que cubría el recinto y que convirtió un festival supuestamente mediterráneo, en un escenario más bien escandinavo.
El ex Pavement, Stephen Malkmus, acompañado por los Jicks, no logró elevar la temperatura en el inaccesible escenario "Vice", donde 86 escaleras obligaban a sus seguidores a un reto excesivo.
A la espera de lo que ocurra en la madrugada, donde se presentarán nombres como Tindersticks y Dinosaur Jr., este Primavera Sound, por el que pasaron 150 artistas, será recordado por la elegante sesión de Nick Lowe o la aparición de Caribou, pero sin duda por los dos magnéticos conciertos de los británicos Portishead.
Ayer viernes, la vocalista Beth Gibbons provocó el delirio de sus seguidores cuando les animó a subir al escenario, donde se inició una "rave" improvisada.
Unos peldaños por debajo quedan bandas veteranas como Public Enemy, los siempre desconcertantes Devo, o los añejos The Sonics.
En cambio, Cat Power decepcionó con una banda que ocultó su voz en la mayor parte del concierto, y sus intentos de conectar con el público a base de correr por el escenario no tuvieron éxito.
El Primavera Sound se cierra con la incertidumbre de tener garantizada su presencia en el Fórum sólo hasta el año que viene, ante la posibilidad de que el Ayuntamiento de Barcelona, por las quejas que el ruido provoca entre vecinos de la zona y los clientes de los hoteles cercanos, decida dedicar el lugar a otros usos.
