SAO PAULO.- Las autoridades brasileñas ya comunicaron a la Policía Internacional (Interpol) el robo de dos grabados de Pablo Picasso y de obras de los pintores brasileños Di Cavalcanti y Lasar Segall, que estaban expuestas en el museo Estación Pinacoteca de Sao Paulo.
Las cuatro obras, cuyo valor es estimado en casi 600.000 dólares, fueron llevadas de las dependencias del museo este jueves por tres hombres que dominaron a los funcionarios a punta de armas. Escenas del asalto fueron registradas por las cámaras de vigilancia de la Estación Pinacoteca y podrían ayudar a la policía a identificar a los autores.
Al mismo tiempo, la policía federal brasileña reforzó las vigilancias en los puertos y aeropuertos para evitar que salgan del país los grabados de Picasso "El pintor y su modelo" (1963) y "Minotauro, bebedor y mujeres" (1933) y las pinturas "Pareja" (1919), de Segal, y "Mujeres en la ventana" (1926), de Di Cavalcanti.
El robo reavivó el debate acerca de las condiciones de seguridad existentes del acervo brasileño de arte.
El 20 de diciembre del año pasado, un grupo de delincuentes invadió durante la madrugada las dependencias del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP) y se fugó con dos valiosas telas: "El Retrato de Suzane Bloch", de Picasso, y "El Labriego de Café", de Cándido Portinari, valuadas en 55 millones de dólares.
Las obras fueron recuperadas en enero pasado y devueltas al museo, que es administrado por una fundación privada que, en ese momento, planeó un refuerzo en su sistema de seguridad, para lo cual necesita invertir más de cuatro millones de dólares.
El gobierno brasileño de Luiz Inacio Lula da Silva, a su vez, prometió conceder incentivos fiscales para ayudar a financiar un refuerzo en la protección del acervo de arte del país.
Según el director de la Pinacoteca de Sao Paulo, Marcelo Araújo, la institución estudia contratar a agentes de seguridad armados, instalar sensores sonoros en las obras y detectores de metal en los lugares de acceso a sus dependencias.
Para ello, la institución aguarda la liberación de unos 300.000 dólares del organismo estatal de fomento, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
Araújo opinó, sin embargo, que el robo ocurrido ayer no reflejó una falla en el esquema de seguridad. "Las obras están seguras, como siempre han estado. Problemas como ese son inevitables, porque fue un asalto a mano armada, del tipo que ocurre en todo el país, en bancos, en residencias privadas", dijo.