Los perfumes se toman la moda en Milán 2009

MILÁN.- ¿Cuál es el accesorio más importante para el hombre a la moda? La fragancia correcta. En los desfiles "Milano Moda Uomo", con las colecciones para la primavera/verano 2009, los diseñadores hacen esta semana en Milán tanta publicidad a sus perfumes, que la ropa parece a veces con quedar en un segundo plano.

Antes de cada show o fiesta para lanzar una nueva fragancia hay siempre un spot. Miuccia Prada contrató incluso a nueve directores de cine para hacer cortos sobre los perfumes, que mostró en la noche del domingo al término de su pase de moda.

Con sus creaciones textiles, la diseñadora de Milán mostró una vez más que es una precursora. Mientras que en las pasarelas domina una elegancia informal e incluso poco planchada, Prada ofreció a su clientela un juego objetivo entre forma y volumen.

Si sus colegas muestran mucha claridad, ella permanece oscura. Su prenda más emblemática es la chaqueta o el abrigo cerrados con un cinturón al cuello. Muchos jerseys tienen un corte trapecio, con largo hasta las caderas y cortados al bies. Los polos (chombas) y camisetas tienen el largo de un vestido corto y se combinan con cortos shorts tipo boxer.

En la presentación de Giorgio Armani, el público no sólo vio el spot de su nuevo perfume, sino que su protagonista, el actor estadounidense Josh Hartnett, estaba sentado en primera fila. Desde allí observó cómo Armani daba nuevos matices al gris y el azul. El elemento clave de la nueva colección fue un pantalón que se estrecha hacia el tobillo. Armani sustitutyó a menudo las camisas por chalecos o blusas de cuero.

En el caso de Alexander McQueen las fragancias seductoras brillaron por su ausencia. El inglés realizó su desfile en una nave industrial sin aire acondicionado que olía a encerrado y a una temperatura ambiente de 35 grados. El sudor fluyó a mares y la invitación se convirtió en abanico.

Sobre el escenario, McQueen mostró pese a todo diseños brillantes. Tarabajó mucho con apliques de tonos contrastantes, que a veces pasaban de la parte de arriba al pantalón. Los colores más habituales fueron el negro, opuesto al color piel. La camisa y el chaleco se unieron en una sola prenda y los diseños a rayas variaban con diferente fuerza brillante.

Las siluetas eran delgadas, y fue exquisita la forma en que el diseñador introdujo el color naranja: en los cinturones de los pantalones o en la suela de los zapatos.

Vivienne Westwood mostró creatividad ya en la elección de su musa inspiradora: el pueblo gitano, al que no se le había dedicado ninguna colección de lujo. En su producción mostró fotos de niños gitanos en camisetas, aunque también clichés como anchas cadenas de oro sobre el pecho descubierto bajo una amplia camisa abierta. La diseñadora inglesa exhibió sin embargo también camisas cortadas al bies, muchos trajes de rayas y motivos florales.

Los políticos italianos criticaron a la modista en medio de la polémica por la integración de los gitanos en la sociedad y las nuevas (y más duras) leyes de inmigración. Las voces críticas afirmaron que su visión era demasiado romántica y no realista.

Lo exótico volvió a ser un imán para los diseñadores, y la casa Salvatore Ferragamo se dejó influenciar por ejemplo por India. Sus trajes exhibieron los colores fucsia, naranja o rosa. Todo ello con mucha seda y con lazos en vez de corbatas.

También el florentino Roberto Cavalli optó por paisajes lejanos y vistió a sus modelos con mucho cuero, sacos tejidos y jerseys de lana gruesa.

En el caso de Gianfranco Ferré, hubo vientos de cambio que no tienen aún una dirección clara. Tras la muerte del creador el año pasado, sus herederos son dos, Roberto Rimondi y Tommaso Aquilano. La colección primavera/verano 2009 fue realizada sin embargo por un equipo anónimo. No hubo además ningún show, sino una presentación estática. Lo que se vio fueron elementos nada espectaculares del guardarropa masculino clásico en colores oscuros. Si no todos los modelos de Milán son ponibles, al menos éstos sí lo son.